México es uno de los países donde el periodismo se ha convertido en un oficio de alto riesgo. Dos informes han ubicado a Coahuila como un estado donde la libertad de expresión es vulnerada en diferentes modalidades, y en el marco del Día de la Libertad de Expresión en México, que tuvo lugar el pasado viernes, vale la pena reflexionar sobre las barreras que miles de periodistas enfrentan a diario para realizar su trabajo.
La organización Artículo 19 en su informe anual ubica a nuestro estado entre los tres con más agresiones a periodistas, luego de que fueran presentadas un total de 47 denuncias, superado solo por Veracruz, donde fueron denunciadas 57 agresiones a trabajadores de la prensa, y arriba de Puebla, donde los casos sumaron 45 en total.
Un dato relevante que se ha convertido en termómetro de nuestra realidad social y política es que a nivel nacional los principales agresores a la prensa fueron funcionarios públicos; en la modalidad de hostigamiento, intimidación y manipulación a los medios de comunicación donde laboran los reporteros, esto a fin de afectar su relación laboral.
El "Ante el Silencio, ni Borrón, ni Cuenta Nueva" de nueva cuenta evidencia la necesidad de un sistema legislativo de protección a quienes se dedican a informar, tomando en cuenta que esta profesión se basa en un derecho fundamental de la sociedad: el derecho a la información, y que, lejos de lo que el inconsciente colectivo cree, las amenazas, agresiones y demás formas de callar a la prensa no siempre vienen del crimen organizado; la mayor parte son de funcionarios de los tres niveles de Gobierno.
Realizar campañas de desprestigio, hostigar a través de diferentes canales, chantajear a los medios para sacar de línea una voz crítica e incluso utilizar a algunos periodistas afines al sistema para atacar son prácticas que no se pueden tolerar y menos en una era donde la hiperconectividad hace que sea casi imposible ocultar una realidad, por escandalosa que esta sea.
Sin embargo, estos métodos tampoco son exclusivos de la función pública, ya que el mismo informe ha señalado a empresarios y líderes religiosos como ofensores de la libertad de expresión. Las autoridades han hecho algunos esfuerzos por crear instituciones que garanticen el ejercicio digno de esta profesión, aunque es importante decirlo con todas sus letras: han sido insuficientes y poco eficaces.
Sin embargo, Coahuila es el estado en el que día a día los periodistas de esta casa editora leen su realidad desde diferentes fuentes, y para El Siglo de Torreón el que un grupo de siete compañeros hayan obtenido, en diferentes categorías, siete Premios Estatales de Periodismo es un indicador de que nuestra labor vale la pena, y además de reflexionar una dura realidad, felicitamos a Yolanda Ríos, Sergio Rodríguez, Daniela Ramírez, Saúl Rodríguez, Iván Hernández, Vicente Alfonso y quien fue un referente del periodismo deportivo a través de las páginas de este diario, Sergio Luis Rosas, por confirmarnos que vale la pena seguir informando.
