Rafael Mora, director de Centros de Integración Juvenil, advierte sobre el consumo de cristal. (CUAUHTÉMOC TORRES)
El 47.19 por ciento de las personas que se han atendido este año en Centros de Integración Juvenil (CIJ) de Torreón, ha consumido cristal, lo que mantiene la preocupación por el alcance que tiene en la sociedad, sobre todo en menores de edad.
Rafael Mora, director de CIJ, comentó que en un corte de casi el primer semestre, se reporta que de ese porcentaje el 74 por ciento son varones y 26 por ciento son mujeres, mientras que el 59 por ciento es de menores de 17 años de edad.
Advierte de la peligrosidad de esta droga, ya que los usuarios tienen actitudes más violentas con las personas de su entorno.
Comentó que esta situación es alarmante, debido a las consecuencias de salud, porque cada vez se extiende más el consumo de esta sustancia. "Esto acarrea una serie de problemas en usuarios, pero también un cambio en la dinámica familiar, con problemas que pueden desencadenar situaciones peligrosas".
Una persona que consume cristal pierde el control de sus impulsos, ya que no es capaz de controlar su enojo o ira.
"Se hacen violentos y agreden por la nada, por cualquier detalle insignificante y se proyecta en la familia", manifestó.
Advirtió que la necesidad de consumo de esta sustancia provoca que el usuario se desespere y entre en una crisis por conseguirla, lo que deriva en la comisión de algún delito como robos.
La mayoría de los consumidores de este tipo de drogas son jóvenes que estudian y que no tienen ingresos, por lo que buscan la manera hasta ilegal de conseguir dinero para obtenerla.
Señala que a nivel nacional el promedio de edad de los consumidores es de 24 años de edad, pero en la región lagunera es diferente, ya que la edad baja considerablemente. Explica que los consumidores de cristal son personas que dejan de dormir y comer por varios días y les trae consecuencias en su salud de manera casi inmediata.
Es por ello que considera que es importante que los padres de familia estén al pendiente de sus hijos y si detectan algún problema de adicción, los acompañen a terapias para tener mayor oportunidad de revertir el problema.
Mientras más jóvenes sean los usuarios y acudan a tratamiento, hay más posibilidades de ayudarlos y que dejen las drogas, dice.
En Centros de Integración Juvenil se atienden a personas de todas las edades con un esquema profesional con ayuda de psicólogos, trabajadoras sociales y programas específicos.
Sin embargo, casi el 50 por ciento de las personas que llegan a pedir ayuda, "deserta" en alguna etapa del programa, es por eso que se hace la invitación de acudir.
