Se estima que los incendios han afectado 27 mil hectáreas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Más del 90 por ciento de los incendios forestales son provocados por omisión de las personas, aunque se reconoce que hay casos de siniestros que fueron causados con dolo, un acto que la ley castiga incluso con cárcel.
Daniel Trujano Thomé director de la Conafor en Durango, precisó que el Código local establece castigos carcelarios de hasta nueve años a quien sea sorprendido al realizar algún ataque al bosque, como son las deflagraciones.
No obstante, admitió que en practica no se aplican los castigos, ni lo que establece la Ley La general de desarrollo sustentable.
Ante el registro de 114 incendios en lo que va del año, uno de ellos considerado de los más grandes del país, señaló que urge endurecer más los castigos.
En la entidad se ha identificado que las principales causas de incendios forestales son los llamados cuamiles para la agricultura o las fogatas realizadas por cazadores furtivos. Asimismo, el director nacional de la Conafor, refirió que hay empresas dedicadas a la construcción de viviendas, que incurren en el delito. Realizan quemas para limpiar terrenos y comenzar a edificar. Aunque en Durango no se tiene reporte oficial de que suceda.
Por su parte Trujano Thomé precisó que las áreas susceptibles de deflagraciones son en las que no hay manejo forestal, ya que los ejidos o predios con permiso de aprovechamiento forestal dimensionan las pérdidas económicas que se generan con un incendio, por lo tanto son precavidos en todas sus actividades. En tanto que aquellos lugares en los que no hay un interés por la madera o por la fauna, son menos cuidados por los pobladores e incluso por los mismos propietarios de los predios.
De ahí la necesidad de comenzar a aplicar la ley para evitar que las personas sean omisas y sigan los incendios forestales, que hasta el momento han afectado a 27 mil hectáreas.
Indicó que los municipios más siniestrados son Durango, Mezquital y Pueblo Nuevo, lo cual se debe, entre otros factores, a lo difícil del terreno para llegar a la zona afectada porque no hay caminos y se retrasa el arribo de brigadistas.
