La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, instó hoy en Roma a los gobiernos a adoptar políticas que permitan apoyar una agricultura sostenible y diversificada. (ARCHIVO)
La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, instó hoy en Roma a los gobiernos a adoptar políticas que permitan apoyar una agricultura sostenible y diversificada.
La excanciller ecuatoriana participó en una conferencia en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con la que se marca el inicio del decenio de la agricultura familiar, que fue estipulado por la Asamblea General de Naciones Unidas para el periodo 2019-2028.
Aunque el lanzamiento oficial está previsto para el próximo miércoles, Espinosa aprovechó su visita a la capital italiana para reconocer la contribución crucial de los agricultores familiares a la agenda de desarrollo sostenible y, especialmente, al objetivo de acabar con la malnutrición, pues producen más del 80 % de los alimentos a nivel mundial.
A su juicio, hace falta moverse hacia un nuevo paradigma para los sistemas alimentarios y el desarrollo rural donde el foco no esté solamente en la producción, sino también en la sostenibilidad socioeconómica y ambiental en tándem, garantizando así la conservación de los recursos naturales.
Asimismo, la presidenta llamó a compartir los conocimientos de esos productores y promover la cooperación de sus familias en los distintos países durante los próximos diez años, así como a fortalecer sus organizaciones y promover sus derechos.
En ese sentido, mostró su deseo de que se avance en la implementación de la declaración de la ONU sobre los derechos de los campesinos, adoptada el pasado diciembre por la Asamblea General, y de que se cierre la brecha de género en la agricultura.
En ese sector las mujeres representan cerca de la mitad de la mano de obra, si bien se calcula que solo poseen el 15 % de las tierras agrícolas.
Existen más de 600 millones de explotaciones agrícolas en el mundo, de las que más del 90 % las gestiona una sola persona o familia, mientras que un 70 % de esas fincas ocupan menos de una hectárea.
Además de los pequeños agricultores, se dedican a la producción familiar el 90 % de los pescadores, unos 200 millones de pastores, comunidades que viven en montañas y bosques y los pueblos indígenas, cuyos territorios tradicionales contienen el 80 % de la biodiversidad del planeta.
