Columnas Social

Ensayo sobre la cultura

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE

La educación

El sistema educativo es la herramienta fundamental con la que cuenta la sociedad para integrar al individuo a la sociedad. Es mucho más de lo que imaginamos. No solamente se trata de acumular una serie de conocimientos que servirían para la subsistencia, o para realizar las funciones básicas en una sociedad, como leer, escribir y hacer cuentas, o para ejercer una profesión. La educación plantea el sentido de ser social y adapta la vida de todos a esos principios. En cierta manera somete al individuo a los intereses de la comunidad, o por lo menos, le plantea lo que la comunidad espera de él.

Esta es una más de las paradojas. Ya lo dijimos en el artículo pasado, el hombre, destinado a ser libre, según Sartre, tiene que someterse a un proceso de educación donde le harán ver los límites que tiene su libertad.

Según los sistemas sociales, serán los procesos educativos. El teocrático es diferente al socialista, y éste, al liberal. Aquí hay que volvernos a plantear una pregunta que hemos mencionado antes y no le hemos dado ninguna respuesta: ¿Para qué soy?

Si tenemos fe en la trascendencia humana, o sea, que después de esta vida existe otra que vale más la pena, estaremos dispuestos a sacrificar nuestros placeres actuales con tal de conseguir lo que se supone disfrutaremos en el paraíso. Si por el contrari, pensamos que después de la muerte no existe nada, entonces nos avocaremos a conseguir nuestra felicidad en la vida actual sin sacrificar nada para un futuro incierto. Esta segunda opción también puede tener dos disyuntivas, que el logro de la felicidad social esté por encima de los logros individuales o que por el contrario, lo único que importe es el logro individual egoísta del hombre, aunque se tenga que sacrificar la felicidad de la mayoría.

Una sociedad, en cuanto tal, resuelve su sentido de ser según el devenir de su propia historia, según los resultados que va obteniendo en el camino. Caso de México: el politeísmo azteca se mantuvo mientras que le funcionó convirtiéndolo en el imperio más grande de Mesoamérica. Cuando llegaron los españoles y fueron vencidos sus dioses, a través del sincretismo, la religión se avocó a los nuevos dioses que muchos eran parecidos a los antiguos.

La religión católica dio razón de ser a La Conquista porque la permitió a cambio de la evangelización. Era como un toma y daca: conquisto pero convierto al indígena a la verdadera religión. Me vuelvo paternalista.

Después de la Independencia, bajo la influencia del pensamiento liberal que busca la certeza de conocimiento científico, ataca la educación religiosa y se la arrebata de las manos a la iglesia para fundar los sistemas positivistas. Después de la revolución, aunque la nuestra fue burguesa, se intenta el socialismo en el tiempo de Cárdenas. Posteriormente, se da marcha atrás para volver al liberalismo, hasta en los tiempos actuales en que al parecer el sistema educativo navega por ríos confusos e inciertos.

Una ideología genera una técnica, una ética, una moral, que es implantada en la sociedad por medio de los sistemas educativos. Muchas veces, el problema no es la técnica que se implanta, sino la ideología que la genera, que no toma en cuenta al hombre verdadero, sino al hombre idealizado, o que desconoce las circunstancias en que los hombres se desarrollan e intentan implementar cosas imposibles de aplicar a su realidad.

Se dice hoy que el maestro es un facilitador del conocimiento y que debes de permitir que la libertad del alumno lo lleve a conocer. Fundamento del conocimiento autodidacta. La realidad es que el medio ambiente cultural donde está inmerso el niño y el adolescente no es el apropiado para que se genere su curiosidad sobre los temas de la ciencia, del arte o de la cultura en general, porque todo lo que tiene entre sus manos, los dispositivos electrónicos, lo llevan al disfrute de un mundo lúdico que lo evade de su realidad en todos los sentidos. La industria cultural lo hace que se conforme con el producto chatarra y pocas veces le muestran la riqueza acumulada durante siglos de lo que algunos autores, como Bordeau, llaman capital cultural. Si junto con esto, el joven se tarda cada vez más en afrontar sus responsabilidades en el mundo adulto, la necesidad de conocer por sí mismo o de resolver problemas, no se dará. Por eso, los ninis ni siquiera se inmutan.

El sistema tiene que sacarlos de ese letargo y obligarles a afrontar sus necesidades de conocimientos o de resolver problemas. Que sienta la necesidad de hacer un esfuerzo para obtener un resultado. En este principio se basa el sistema deportivo y el sistema militar, en que forzosamente debe de existir una diciplina.

Leer más de Columnas Social

Escrito en: Ensayo sobre la cultura

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1580446

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx