Pluma joven. Edgar Camacho acaba de publicar su primer libro de poesía, aparte se desempeña como maestro de primaria. (CORTESÍA)
De adolescente los libros fueron su refugio. Entre líneas, sin saberlo, iba definiendo un destino que lo introduciría al mar de los versos, en dónde pronto aprendería a nadar usando la palabra como herramienta para siempre salir a flote.
El lagunero Edgar Camacho Hernández tiene 26 años y acaba de presentar su primer libro de poemas "La palabra oscura se derrama en tu vientre" en la atmósfera de la Feria Internacional del Libro Coahuila 2019.
Sonriente, recuerda que siempre le gustó leer, y a la edad de 19 años comenzó a deslizar la pluma para formar sus primeros textos. "Me sentía algo triste y desolado y ahí es cuando empezaron a salir mis primeros escritos, esos que no quieres que nadie lea", bromea.
El primer libro de literatura que recuerda haber leído fue Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, luego la filosofía de Nietzsche se "desnudó" ante sus ojos. Y ya encaminado en el mundo de las letras, fue la argentina Alejandra Pizarnik la que lo hizo adicto a la poesía, género en el que ha encontrado una manera de describir su entorno, y de hablar de circunstancias reales que lo trastocan a él y a los suyos.
LA POESÍA NOS SALVA
Aunque también ha experimentado el cuento, Camacho Hernández tiene una conexión especial con la poesía, dice es en ella donde puede expresar todo lo que vive y siente.
Fue así que se sirvió de las bondades del género para dejar salir sus pensamientos en lo que fue su primer libro: "La palabra oscura se derrama en tu vientre", en donde dice la mujer fue el centro de su genio.
"Yo no lo tenía muy bien marcado, pero la mujer es el centro de la creación del libro. Lo dividí en cinco partes, las primeras dos podría decir hablan de la soledad, son eróticos, amorosos y el centro es la mujer. En el tercer apartado es más como un acercamiento a mi percepción de la sociedad [...] Pero igual hay muchos tintes de lo que es la mujer. Y las últimas dos partes, igual, van encaminadas a esos terrores que vivimos en la realidad: la muerte, los desaparecidos, los balazos, la pérdida. También, igual, me inclino más hacia la mujer, que siempre es la más desfavorecida en estos temas".
Sobre su estilo, enfatiza que aún está en construcción, pero dice, lo que siempre trata que se refleje en sus escritos es la realidad.
"Trato de buscar una voz que sea más realista, no tan mielosa, ni fantástica. Trató de plasmar la realidad, [...] que si vamos hablar de muerte que sea muerte lo que esté ahí".
SU PAPEL COMO MAESTRO
El joven escritor también disfruta su papel como maestro de una primaria en la colonia San Joaquín en Torreón. Y es precisamente ese contexto el que sale reflejado en sus poemas, y sobre todo en sus cuentos, en los cuales la voz es siempre es de un niño que se enfrenta a problématicas como la violenica, la muerte, la desapariciones, que tiene que ver con la realidad que él observa.
Edgar se ha servido de los libros para ayudar a sus alumnos. Él está convencido que la poesía salva.
"De echo estaba leyendo un libro que decía que la poesía es lo que hace tolerable la vida". Y sí, es evidente que el joven poeta se seguirá sirviendo de ella para explicar un mundo y poder seguir saliendo a flote.
