NO LOS NECESITAMOS
José Ramón Fernández, el padre del periodismo subversivo en materia deportiva, necesario en los ochenta, decepcionante en los noventa, después al servicio de quien pague más o simplemente servil a grupos de poder en nuestro futbol. Su hijo David Faitelson va con todo contra quien le indique su antes jefe y hoy simplemente mentor. Ambos con mucha audiencia, ambos ignorantes del futbol cancha, buenos para encender debates, siempre funciona por más que sean la misma cantaleta, ochenta porciento de su tiempo hablan del América y de Televisa, últimamente han defendido al delincuente de Fidel Kuri y han atacado con todo a Alejandro Irarragorri.
Esta cultura Joserramonezca dejó de ayudar a nuestro futbol desde hace mucho, siguen vigentes porque buscar el resentimiento, el complejo y la supuesta búsqueda de justicia siempre funcionará. Hoy están desactualizados, no entienden el negocio privado que es nuestra Liga MX y nuestra Selección Mexicana de futbol, siguen viendo a dueños y directivos como políticos que nos tienen que rendir cuentas, sus resentimientos crecen porque siempre han estado del lado en donde no tienen derechos de transmisión, es una especie de destino fatal para Fernández y Faitelson que al parecer los acompañará siempre ya que cuando en TV Azteca tuvieron derechos, multipropiedad y Selección Mexicana, simplemente no supieron qué hacer y mejor se fueron.
Estamos en nuevos tiempos, si en nuestro futbol hay manejos injustos los afectados deberían de salir a hablar, yo de ninguna manera niego que puede haber injusticias y grupos más poderosos que otros pero es hora de madurar como sociedad y opinión pública, basta de mandarnos a este tipo de periodistas venenosos a intoxicar un de por sí terrible ambiente de división y encono. Una contingencia ambiental nos desnudó a todos, una liga bananera a la que le falta demasiada organización para enfrentar emergencias, dueños y directivos que van a la suya y no les importa declarar lo que sea para desde la opinión pública voltear el asunto a favor y por supuesto una prensa al servicio de intereses que lamentablemente comprobó que el estilo de Joserra que ya no necesitamos lamentablemente sigue vigente.
