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YAMIL DARWICH

Un profesor es aquel que se dedica a enseñar; todos, en parte, somos profesores y curiosamente también aprendices -alumnos- a lo largo de la vida.

La palabra tiene su etimología griega en 'prophêtês' -de pro: antes y phêmi: yo hablo-, mientras que profesor, tomado del latín 'professor-pro fatio' tiene el significado de "disponerse a hablar". El que habla al público

Otra forma de describirlo: ser profesor es tener particularidades humanas, tales como la solidaridad para educar, sacar lo mejor de cada quien y la subsidiaridad para entregar -dar, darse- su conocimiento a los alumnos.

Tal vez el profesor ocupe uno de los primeros puestos en el desarrollo humano; educar: es sacar lo mejor de cada quien -guiar, conducir- , en tanto que enseñar: comunicar, adiestrar a una persona. Ambas son funciones del profesional de la educación.

El día de ayer fue dedicado a reconocerlos, festejarlos y agradecerles su entrega en el ejercicio de educar, que representa sacar lo mejor de cada cual y darle sentido humanista a lo aprendido; en cambio, instruir, solamente pretende enseñar a hacer algo, sin darle el sentido del para qué, de bondad.

El fenómeno educativo inicia en el útero de la madre, cuando se aprovechan los mejores de los cromosomas y se aplican a la formación de un nuevo ser en un proceso llamado embriogénesis; luego, vendrá la maduración de las partes orgánicas, tejidos y sistemas del nuevo individuo, eligiendo la mejor opción -diferenciada por genes dominantes y recesivos- y finalmente nacer y respirar espontáneamente, aprendizaje maravilloso, instintivo.

Entonces, empieza la educación formal dada por sus educadores -padres- como parte de una familia. Educar es enseñar hábitos, costumbres y los principios morales y éticos; diferenciar entre lo que es bueno y/o malo.

Aprendemos -hacemos nuestro- a caminar o alimentarnos, hablar o comportarnos como parte de un todo social; también nos enseñan que somos una unidad integrada a un grupo -gregarismo- que espera lo mejor de nosotros como aporte al bien común.

Todo ello es fundamental en la educación, diferente a la instrucción de un alumno que asiste a la escuela a recibir valores, competencias y habilidades para la vida. Los profesores enseñan a ser partícipes y útiles en la sociedad.

El trabajo del profesor, personaje que se caracteriza por estar a favor de lo que cree, siempre está revestido de fe, al entregar sus conocimientos a los aprendices.

Ser profesor es más que aprender las técnicas de enseñar; el verdadero profesor nace y luego se hace, se forma, aunque no sea un graduado de alguna escuela normal. De esos conozco muchos.

Este "Diálogo" lo dedico a esos profesionistas, quienes luego profundizaron en los métodos para enseñar, que ahora trabajan como profesores además de ejercer - aunque sea parcialmente - su profesión.

Conozco médicos educadores, cito como ejemplo a Pascual Hernández Román, finado, reconocido promotor de calidad académica en la UAdeC; ingenieros, caso de Agustín Reynosa, del ITRL; administradores agropecuarios, como Alfredo Aguilar Valdez; arquitectos como mi amigo Goyito Muñoz, veterinarios como Oscar Córdova; abogados, como Ricardo Sánchez; contadores, como Omar Lozano, rector de la UAL. Y podría continuar con una larga lista de profesionistas dedicados a sacar lo mejor de sus estudiantes, compartiéndoles lo aprendido en sus profesiones. Imposible nombrar a tantos.

No dejo fuera a los buenos profesores normalistas, que tienen bondad y por lo tanto son útiles, agradables, sabios y bien reconocidos. Ellos también merecen gran reconocimiento.

Educar es tan importante que muchos pensadores han dedicado sus reflexiones para tratar de describirle; le comparto algunos:

"Las raíces de la educación son amargas, pero la fruta es dulce". Aristóteles; "La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo". Nelson Mandela. "La educación es un ornamento en la prosperidad y un refugio en la adversidad". Aristóteles. "La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy". Malcolm X. "La educación es la llave para abrir la puerta de oro de la libertad". George Washington Carver. Seguramente usted citará otras.

México requiere de muchos profesores dedicados a enseñarnos; de padres, buenos educadores por naturaleza, a quienes también debemos felicitarlos reconociéndoles su lugar como profesores que, de entrada, nos dieron las primeras enseñanzas.

Necesitamos a los que pasan buena parte de su vida en las aulas y otro tanto trabajando en sus escritorios. Debiéramos agradecerles todo el año, ofreciéndoles nuestro reconocimiento por enseñarnos.

A los otros, mercaderes de la educación, enquistados en el sistema educativo nacional y a los politiqueros apropiados del sistema educativo no los felicito, deseándoles encuentren una mejor y digna manera de subsistir, dejando libre al verdadero educador que quiere trabajar por México. ¿Qué opina?

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