Alfombra roja. Este es el elenco de Los muertos no mueren. (ARCHIVO)
El Festival de Cannes inauguró su edición número 72 con Los muertos no mueren, del cineasta estadounidense Jim Jarmusch, el primero de una competición que el actor Javier Bardem declaró oficialmente abierta con una breve declaración en español. Compartió la responsabilidad, en francés, la actriz Charlotte Gainsbourg, su pareja también en una alfombra roja en la que él con esmoquin y ella con vestido blanco y negro de lentejuelas se prestaron solícitos a la firma de autógrafos.
"En cuanto digamos '¡ya!' todo el mundo empezará a sufrir, menos nosotros", había bromeado Bardem a su llegada al Palacio de Festivales, sede del certamen.
Esta primera alfombra roja prometía ser un espectáculo visual por el privilegiado elenco de la cinta inaugural, encabezada por Bill Murray, Adam Driver y Chloë Sevigny, y no defraudó a pesar de la ausencia de otros grandes nombres como Steve Buscemi o Iggy Pop.
El público recibió con risas puntuales y unos aplausos discretos ese primer filme, que envuelve en comedia una crítica política y social contra el consumismo y el negacionismo del cambio climático.