Al anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador durante la ceremonia conmemorativa del aniversario de la expropiación petrolera, de que se había invitado a compañías extranjeras a participar en la licitación para construir la refinería en Dos Bocas, Tabasco, muchos de los asistentes voltearon la vista al contingente del Instituto Mexicano del Petróleo.
Las versiones hablaban de que se le había excluido de la planeación técnica de la obra y que incluso no se habían tomado en cuenta sus opiniones sobre la factibilidad.
El organismo, al que hoy se le da la responsabilidad de la obra después de declararse desierto el concurso, tiene 2 mil 500 empleados con larga experiencia en el Sistema Nacional de Refinación, participando activamente en el diseño y reconfiguración de las plantas existentes.
Además, cuenta con certificaciones internacionales como perito en el cumplimiento de las normatividades vigentes.
De acuerdo con sus propios técnicos, la instancia encabezada por Marco Osorio Bonilla lleva varios meses sin actividades mayores.
Colocadas en la mesa las ofertas técnicas y económicas de las firmas invitadas a la licitación, es decir, las compañías estadounidense Bechtel, la italo-argentina Techint, quienes se integraron en consorcio, por más que a la mera hora se “rajó” la segunda; la australiana WorleyParsons y la también estadounidense Jacobs, que irían juntas, además de la francesa Technip y la estadounidense KBR, el proceso se declaró desierto.
La decisión, notificada a los interesados a las 23:30 del miércoles, apuntaba a que las propuestas rebasaban el tiempo de entrega y costo sobre los parámetros previstos. El tope era de 8 mil millones de dólares, con tres años para la entrega llave en mano. En algunos casos se calculaba un costo de 10 mil millones y en otros de 12 mil millones de billetes verdes.
En paralelo, se planteaba terminar en un lapso que se alargaría hasta 2025, un año después de finalizado el sexenio.
La refinería, en el nuevo marco, se realizará bajo la dirección de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, con la coordinación, administración y supervisión de Pemex, y decíamos el concurso del Instituto Mexicano del Petróleo. Una decisión necesariamente aplaudible, aunque no por los mercados y las calificadoras de deuda, pero que pone en juego la credibilidad del nuevo gobierno a la mínima fractura de la ruta.
La más audaz de las decisiones presidenciales.
BALANCE GENERAL
Finalmente Petróleos Mexicanos colocó en la mesa los nombres de los funcionarios que otorgaron contratos por asignación directa a la empresa constructora brasileña Odebrecht, con la novedad de que en algunos casos el precio pactado fue modificado al alza sobre la marcha.
Sin embargo, el punto fino del asunto es dilucidar si éstos actuaron por su cuenta o recibieron instrucciones de sus superiores y, en tal caso, si se les entregó alguna parte de los sobornos recibidos.
La Fiscalía General de la República ha prometido que en dos meses judicializará el asunto, es decir solicitará las órdenes de aprehensión respectivas.
MENOS IMPORTACIONES
A contrapelo del pronóstico de los analistas que hablaban de un crecimiento de una centésima de punto, el consumo privado registró una desaceleración de 0.2%durante abril pasado.
La contracción más severa, de 3.5 %, se registró en bienes importados, con la caída más prolongada desde el mismo mes de 2016.
En los servicios, otra de las ramas, el nivel se mantuvo estable. Anualizado, el escenario planteaba un crecimiento de 2.4%en febrero y de 1.8 % en enero.
