Lo que parecía un susto en la primera ronda para los Warriors, ahora le toco a los Rockets confirmarlo porque al margen de lo que haya sucedido ayer en la bahía, la escuadra de Houston los puso a pensar de que si lo que ocurrió en las Finales del 2015-16 cuando de las cenizas los Cavaliers les bajaron a Golden State el bi-campeonato que ya lo tenían en la bolsa, ahora los fantasmas andan rondando por la costa oeste en la cual el equipo de Mike D’Antoni, ya se percató de que si sacan un encuentro del Oracle Arena, la dinastía dorada se habrá derrumbado, por lo pronto.
En este semifinal, hasta antes del partido de ayer miércoles, cada encuentro se había decidido por seis puntos o menos y por lo cual en el cuarto partido de la serie, los dementes (con el debido respeto) Kevin Durant y Stephen Curry donde hay que considerarlos los mejores disparadores de la liga y hasta en una loquera tenerlos en cuenta entre los mejores de todos los tiempos, perdieron la oportunidad de enviar el partido del pasado día 6 del presente, a tiempo extra.
Y esto empieza a oler como síntoma de revancha para el conjunto de Texas ya que, el año pasado, la escuadra de Steve Kerr dejó en el camino a los Rockets y posiblemente ahora, esto se dirija al mismo final que la vez anterior y viéndolo ya de una manera ecuánime, se nota que Houston es el que arriesga, el que acosa y hasta en un disparate, nos atrevemos a decir que tienen más vehemencia que los campeones.
Todos esperábamos de que, Las Finales, sería el choque entre los actuales monarcas y la escuadra de Milwaukee donde precisamente, estos últimos, se preparaban para darle con los cuernos y rematarlos, al equipo de Boston ya que ayer, se tendría el quinto partido pero ya el conjunto de Mike Buldenhozer con la ventaja de 3-1 y en caso de que los Celtics hayan reaccionado, pues todavía tendría el equipo de Wisconsin dos oportunidades más y una en su Fiserv Forum.
Y la posibilidad de los Bucks de vencer a los Celtics en el Juego 4 de sus series semifinales de la Conferencia del Este pareció, a la de un equipo que la adversidad le importa un reverendo cacahuate ya que en una arena hostil, contra un rival que por toda ley debería haber estado agobiado (aunque el desasosiego nunca se interpretó en la productividad de los Cetics) perder a tus dos mejores hombres por problemas de fallas en un punto decisivo en la segunda mitad, debería haber sido suficiente para Milwaukee.
El griego Antetokounmpo, fue abucheado por su cuarta falta personal con 8:18 restantes en el tercer cuarto y los equipos empataron a 59-59 pero 61 segundos después, Chris Middleton puso las cosas en claro y en automático para el entrenador de los Bucks, Mike Budenholzer donde sus jugadores se pusieron rígidos y luego fueron acorralando a Boston y sin saber que haya sucedido ayer miércoles, la cosa ya se la había puesto del cocol a la gente de los Celtics.
Por otro lado, ya Toronto colocó contra la pared a Filadelfia lo que solo le queda a los 76´ers, ganar los dos restantes que serán hoy jueves en el Wells Fargo Center y en caso de que salgan airosos, entonces todavía hay que volver a Canadá, por un verdadero milagro.
