El sector de autos de lujo han aumentado sus ventas en los últimos tres años, siendo las ganadoras las marcas que en su portafolio de vehículos pueden balancear el desempeño y modelos familiares. (AGENCIAS)
Indudablemente, el mercado de autos de México es un caso de estudio en análisis financiero y mercadológico.
Mientras que la venta de automóviles en general ha disminuido en los últimos tres años, en ese mismo periodo el segmento de vehículos de lujo ha seguido creciendo en ese lapso.
De hecho, algunos fabricantes de autos premium han registrado un crecimiento de doble dígito en sus ventas en años pasados.
No se necesita ser un especialista en finanzas para entender que, según lo que estos números indican, la gente adinerada tiene la capacidad de comprar un vehículo de alta gama sin importar que su costo, valor de mantenimiento y el precio de la gasolina suban.
Dentro de esta tendencia, las ganadoras han sido aquellas marcas que han sabido balancear su portafolios entre vehículos de desempeño y modelos familiares.
Basta ver los números de Mercedes-Benz, quienes vendieron en 2018 más de 19 mil autos (crecimiento de ocho por ciento en comparación a 2017), a pesar de que el mercado general de vehículos ligeros se contrajo en siete por ciento en ese mismo periodo, colocándose como la marca líder del nicho.
De acuerdo con expertos como Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, este nicho de mercado tiene un potencial mayor al actual. Sin embargo, factores como la delincuencia inhiben su crecimiento en el país.
CARÁCTER TERRENAL
Es en esa área en la que una gran parte del mercado mexicano busca las prestaciones, comodidades y lujo que implica tener un vehículo premium sin el miedo de llamar tanto la atención, donde opciones como Acura juegan su mejor papel.
Sin tratarse de copias, Acura ha replicado en sus más recientes productos algunos de los elementos que le han funcionado a las marcas alemanas para ser deseadas por el mercado y, al mismo tiempo, han buscado una manera de colocarse como una opción "más racional" el apartado del precio.
De esta manera la gama actual de modelos de Acura está compuesta por dos sedanes, dos SUVs y un coupé deportivo que no le piden mucho a las alemanas en los criterios de seguridad, tecnología y confort.
Dentro de esta renovación destaca uno de los productos más importantes de Acura por tratarse del modelo más pequeño y accesible: el nuevo ILX.
Con una apuesta hacia el confort y una experiencia de manejo agradable, la firma nipona renueva puntos como las líneas de diseño y conserva elementos de la edición pasada como el motor y la tecnología.
Así busca apuntalar el deseo de los mexicanos por un vehículo de lujo que no peque de "indiscreto".
RENOVACIÓN NECESARIA
Como equivalente del Honda Civic en Acura, este nuevo ILX tiene una serie de cambios que le permiten verse más moderno y deportivo, ya que nace de la filosofía de diseño que contiene el súper auto NSX (que tiene un precio de $ 3.7 millones de pesos).
Al hacer uso de esta estética, el sedán estrena faros y calaveras (ambos de LED), una parrilla con patrones que simulan los rayos del sol, fascias estilizadas y un difusor más aerodinámico. Asimismo, esta reestructuración hace que los rines tengan una nueva imagen.
Todo esto, en conjunto, hace que éste cuatro puertas tenga muchas similitudes con el Alfa Romeo Giulia, principalmente cuando se observa la parte posterior.
Algo que es de llamar la atención es que, a pesar de se trata la misma generación, desde un punto de vista estético, este ILX año modelo 2019 luce totalmente diferente a cuando debutó hace ya siete años.
Siguiendo la receta de BMW, Audi y Mercedes-Benz, que ofrecen versiones con un tratamiento visual orientado a la deportividad, Acura tiene disponible en el ILX una variante denominada A-Spec. Esta apariencia menos señorial, nace de un tratamiento que consiste en agregar un spoiler y eliminar los detalles cromados de la parilla y fascia para dotarlos ahora de un color negro. Lo mismo sucede con los grupos ópticos delanteros y traseros que lucen un aspecto ahumado y con los rines de 18 pulgadas (en vez de 17 pulgadas como la versión base).
ÁREAS DE OPORTUNIDAD
No obstante que el exterior obtiene cambios visuales importantes, la renovación estética en el interior del ILX 2019 se limita al tapizado de los asientos con ajuste eléctrico y a los insertos de cromo en el tablero.
En el caso de la versión A-Spec, los acentos cromados cambian por un tono grafito, un volante con distintivo A-Spec con costuras en contraste y pedales deportivos de aluminio.
Igualmente, es distinguido por los asientos deportivos forrados en cuero y gamuza con pespuntes que resaltan de la tapicería.
Es un hecho que, por dentro, el ILX marca una total diferencia con el Civic, sin embargo, podemos encontrar botones y palancas que son idénticos a los que tiene un Honda.
A su vez, ciertos plásticos que encontramos en tablero, puertas y consola central son de un nivel superior al Civic, pero aun así quedan considerablemente por debajo de lo que ofrece un Audi o un BMW, por ejemplo.
Junto a estas ligeras mejoras visuales, el ILX 2019 avanza en lo que hoy todo cliente premium busca en un automóvil: la conectividad.
Ante la demanda y exigencia que hay hoy en día, Acura incorpora al sistema de información y entretenimiento un nuevo software que hace que la manipulación sea más rápida que antes, y las interfaces Apple CarPlay y Android Auto sean un estándar en todas las versiones.
A pesar de estas mejoras y que el sistema integra un par pantallas táctiles, éstas resultan un poco obsoletas y nos hacen pensar que agregar un solo monitor con mejor resolución y mayor sensibilidad al tacto sería una mejor solución hacia la funcionalidad y el diseño.
Siguiendo con las peticiones, consideramos que también hubiera sido excelente que el sistema de aire acondicionado de dos zonas tuviese una salida para la segunda fila de asientos y así complementar el confort.
LA MISMA ESENCIA
Donde no hay ni un solo cambio en esta actualización es en el desempeño, pues continúa con el mismo motor, suspensión y transmisión, por lo que habrá que esperar a la siguiente generación para que el manejo sea mejor al actual.
En lo que esto llega, podemos asegurar que el ILX ofrece un manejo cómodo y suave, sobre todo a velocidades crucero y en autopistas donde abundan las rectas sin imperfecciones en el asfalto.
Y es que una vez que se le exige rodar sobre caminos virados llegando a alta velocidad, el automóvil no se siente tan estable como sí lo hace el actual Civic. Esto se debe a que la generación actual del ILX está basada sobre la plataforma anterior de su primo de Honda. Esto no quiere decir que su desempeño esté demeritado: simplemente su andar no es el esperado por alguien que busca deportividad en este segmento.
En general el auto es agradable y seguro, y más ahora que integra una amplia cantidad de sistemas de serie. En sus dos versiones, equipa advertencia de impacto frontal, asistencia de mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo y advertencia de cambio de carril.
La renovación del Acura ILX tiene como propósito mantenerlo vigente y, por lo menos en diseño, se consigue.
Existen elementos que lo dejan muy por detrás de su competencia alemana como en la ausencia de más puertos USB en la cabina (sólo hay uno) y el uso de materiales en el interior que denotan la edad de este producto en el mercado.
Asimismo, contrario a otros productos actuales del portafolio de Acura en México, el ILX no se diferencia sustancialmente de su competencia, pues se ofrece en un rango de precios de $529,900 a $569,900 pesos, los cuales son muy cercanos a las versiones de entrada de modelos como el Audi A3.
