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LOS NATIVOS DIGITALES EN EL AULA

MARÍA DEL SOCORRO HERNÁNDEZ MANZANO

Uno de los principales retos que enfrentamos los maestros en la universidad es captar la atención del alumno por un tiempo prolongado. Si consideramos que una parte de la práctica docente en la Licenciatura en Derecho sigue siendo discursiva, son pocas las probabilidades de éxito en el proceso de enseñanza aprendizaje. Los maestros seguimos oponiendo resistencia para capacitarnos en la creación de herramientas que con ayuda de la tecnología puedan favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto se debe a que la mayoría de los docentes no aprendimos de esa manera durante nuestra formación profesional y por ello se nos dificulta adentrarnos al mundo de la tecnología educativa.

El objetivo de involucrar al profesor en este tipo de enseñanza tecnológica se debe a que la experiencia de la docencia se está transformando y en lugar de que el profesor sea un experto en contenidos y transmisor de información, se convierte en un diseñador de medios adaptados a las características de sus estudiantes. Esto requiere habilidades distintas en el profesor y un planteamiento distinto que deberá hacerse de los requerimientos en los perfiles docentes.

La neurociencia explica que el internet y el uso de la tecnología han cambiado nuestro cerebro a nivel de conexiones neuronales y, por supuesto, culturalmente. Los jóvenes de hoy, los más expuestos al mundo digital, han evolucionado cerebralmente, desarrollando nuevas habilidades como la capacidad de síntesis y atenuando la degradación por la edad, pero perdiendo otras como la capacidad de reflexionar, la concentración y las habilidades sociales.

Esto, según Gary Small, pudiera significar que estamos frente al proceso evolutivo más impresionante y veloz de nuestra historia, razón por la cual a los padres y docentes se nos dificulta enormemente comprender a los jóvenes, puesto que, además de las diferencias generacionales, nos encontramos con cerebros programados para realizar otras actividades y para comprender su realidad de una manera distinta.

La inmersión de la tecnología en la cotidianeidad de nuestros alumnos es irreversible y los efectos en su forma de aprender e interactuar están comprobados; ante ello es importante que los maestros realicemos un ejercicio empático y busquemos enseñarles en su lenguaje de nativos digitales con el fin de que adquieran las herramientas necesarias que les permitan responder a un digno ejercicio profesional del derecho. Por supuesto que el reto es grande pues implica para el docente aprender a enseñar de una nueva forma que definitivamente tiene que ir de la mano con el interés y la capacidad que deben tener las universidades en la capacitación de su profesorado y la adquisición de las tecnologías pertinentes.

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