La detención podrá efectuarse sin una orden judicial, y el inmigrante detenido estará bajo custodia por un periodo no mayor a 48 horas, antes de determinarse si seguirá en libertad. (ARCHIVO)
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos anunció ayer la creación de un nuevo programa de colaboración con fuerzas del orden de las denominadas ciudades "santuario", que tienen prohibido o limitado la cooperación con ese organismo por orden de los gobernadores.
Por medio de este programa, denominado "Warrant Service Officer" (WSO), los oficiales designados y que trabajan en cárceles locales podrán mantener retenidos a inmigrantes indocumentados durante 48 horas si así se lo solicita ICE, aún sin orden de detención.
Además de aquellos policías que deseen colaborar con los polémicos "detainers", peticiones de detención de ICE sin el respaldo judicial, WSO también va dirigido a jurisdicciones sin presupuesto ni personal para sumarse al programa 287(g), que capacita y autoriza a policías para actuar como agentes migratorios.
El WSO se apoya en el propio 287(g), pero a diferencia de este último, los agentes no podrán preguntar a los detenidos por su estatus migratorio.
La diferencia radica además en que la WSO requiere menos capacitación y los oficiales locales no comienzan propiamente con el proceso de deportación, lo que permitiría esquivar algunas objeciones presentadas por jurisdicciones locales que rechazan retener a indocumentados basándose en sus propias decisiones.
Con ello, las autoridades locales se guardan las espaldas ante posibles juicios en su contra por mantener retenidos a presos sin orden judicial.
Una vez superado el periodo de 48 horas y si ICE no se hace cargo de su custodia, el reo debe ser puesto en libertad, a menos que exista un Acuerdo de Servicio Intergubernamental, explicó la agencia federal en su comunicado.
ICE asegura que WSO surge de la petición de la Asociación Nacional de Alguaciles de un programa de alcance limitado que les permita honrar a los pedidos a pesar de las órdenes gubernamentales.
Defensores de los derechos civiles están en contra
Las ciudades “santuario” se han convertido en uno de los principales obstáculos del presidente Donald Trump para poner en práctica sus políticas migratorias, que tienen por objetivo acelerar y aumentar el número de indocumentados que son deportados.
Ante ello, la directora de campañas y políticas de inmigración de la ACLU, criticó que se busca “subvertir la voluntad de las comunidades locales contra este tipo de cooperación”.