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La columna del perro

NO VEN LA VIDA COMO NOSOTROS

NO VEN LA VIDA COMO NOSOTROSNO VEN LA VIDA COMO NOSOTROS

A veces, me quedo observando a mis perros y me pongo a pensar si ellos nos verán a las personas como nosotros los vemos a ellos, es decir, con alegría, tristeza, envidia, enojo, indiferencia o tendrán otra escala de valores diferentes a la nuestra.

Antes pensaba que su inteligencia e instinto era producto de su herencia, de su enseñanza y de sus hábitos que por repetitivos se vuelven automáticos. Ahora, con el paso de los años y el trato diario con ellos, me doy cuenta que estaba equivocado.

Creo que los perros y muchos otros animales, tienen sentimientos muy arraigados para con sus hijos, demostrándolo por ejemplo con la delicadeza con que los tratan, el celo con que los cuidan y la firmeza con que se desprenden de ellos después del "destete" para que comiencen su vida propia.

Me ha tocado ver perros tristes por la ausencia de su amo, en ocasiones, tristes también por algún perro que ha sido compañero por mucho tiempo y se muere o se ausenta por algún motivo.

He visto también cuando alguna familia tiene un nuevo hijo o algún nieto, el perro siente que de alguna manera este nuevo ser, es también suyo, protegiéndolo, queriéndolo y jugando con él, al igual que con sus amos, como si fuera su responsabilidad.

Nos llevan muchas cosas de ventaja, como por ejemplo: ellos no hacen propósitos de año nuevo que luego no cumplen, ellos se conforman con tener alimento, agua y un lugar donde pasar la noche.

No envidian cosas materiales, sólo disfrutan el momento, también disfrutan jugar y de un poco de cariño, así como tomar un poco de sol después de comer.

Ellos no son como nosotros, que compramos lo que no necesitamos y gastamos lo que no tenemos, se conforman con vivir plenamente día a día sin pensar en el mañana, su único trabajo es subsistir y complacer a su amo.

Su proceder es como el de un niño, sus sentimientos para con los demás son reales, ya sean buenos o malos, no les desean bien a nadie, pero tampoco el mal. Se dan a querer y quieren a sus amos sin importar quien o quienes sean estos. Me quedo pensando y concluyo que la enseñanza que los animales nos dan, es que debemos de ser alegres, espontáneos, nobles y "viajar" ligeros por la vida, en pocas palabras, no preocuparnos por el mañana.

Y ahora, para terminar, una gota de filosofía: El verdadero director de nuestra vida es el azar.

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