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Ocio, lectura y un poco de cultura ecológica

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

En las pasadas vacaciones, además de "hacer adobes", tuve la oportunidad de leer una excelente biografía de don Porfirio Díaz, escrita por uno de sus nietos de Carlos Tello Díaz, que es muy recomendable y que comentaré en otra ocasión. Además, tuve tiempo de releer uno de los mejores libros de Jared Diamond: Colapso.

Jared Diamond es un académico de la Universidad de California (UCLA), que se ha destacado por la publicación de libros como Armas, gérmenes y acero, que lo hizo merecedor de un premio Pulitzer, entre otros títulos. Mi interés por el libro de Colapso estriba en el tema que analiza, que tiene relación con el cómo unas sociedades desaparecieron dejando apenas algunas huellas de su existencia mientras que otras fueron capaces de adaptarse al medio y crecer sosteniblemente hasta alcanzar una prospera civilización material y cultural.

Como ya había leído el libro, seleccioné algunos capítulos que habían quedado en mi memoria, entre estos hay dos que aunque el mismo autor los relaciona, a mi en lo personal me causaron una gran impresión: la sociedad que tuvo su desarrollo en la Isla de Pascua y el capítulo final, el de las conclusiones, para mi el mejor de todos. Antes de leer el libro por primera vez, el capítulo que menos me llamaba la atención era el de los Pascuenses, incluso lo brinqué y leí primero otras sociedades del pasado también desaparecidas que me atraían más como la de los Mayas, los Anasazi y los Vikingos de Groenlandia. Después regresé a ese capítulo y ahora puedo decir que lo he leído tres veces.

Los antiguos habitantes de la Isla de Pascua, fueron acabando con todos los recursos naturales de la isla, y no obstante la aparición de problemas incluso de provisión de alimentos, no pararon, siguieron deforestando en su frágil medio ambiente hasta el punto de la desaparición de esta sociedad. Por eso, en la última parte del libro, en el capítulo Enseñanzas Prácticas, J. Diamond inicia con las siguientes preguntas: ¿Por qué algunas sociedades toman decisiones catastróficas? Para contestar esta pregunta desarrolla un mapa de rutas que pueden conducir a una sociedad al éxito o al fracaso. De acuerdo con su análisis, las sociedades pueden acabar destruyéndose a sí mismas, cuando: son incapaces de anticiparse al problema, son incapaces de percibir el problema, su conducta racional es inadecuada, tienen valores desastrosos, cuando su conducta es irracional y las soluciones que se aplican son infructuosas.

¿Hasta dónde es posible aplicar este análisis a nuestra sociedad en la Comarca Lagunera? Con reserva, lo podemos intentar. Todas los problemas ambientales que J. Diamond menciona en su libro como causas del declive de algunas sociedades del mundo antiguo, se aplican de una u otra forma a nuestra cuenca: Deforestación y destrucción del hábitat, problemas del suelo (erosión, salinidad, etc.), errónea gestión del agua, abuso de caza, pesca excesiva, introducción de nuevas especies, crecimiento de población y aumento del impacto per cápita. Por lo menos los tres primeros nos son muy familiares.

Como región, hemos recorrido prácticamente todos los caminos que conducen al fracaso, como sociedad no fuimos capaces de ver anticipadamente y prever el problema del agua antes de que se presentara. Difícilmente pudiéramos pensar ahora, que la falta de una experiencia anterior sobre el problema fuera la causa de nuestra baja capacidad de anticipación, en el mundo antiguo existe una gran cantidad de ejemplos de desertificación por una inadecuada gestión del agua.

Igualmente ocurre con la imposibilidad de percibir el problema que ya se ha generado, quizá en su inicio las señales fueron difíciles de percibir, pero desde hace 40 años ya se conocían algunas causas de abatimiento del acuífero subterráneo y de hidroarsenicismo, entre estas la gran correlación entre el aumento de la superficie cosechada de alfalfa y el mencionado abatimiento, esto es, a mayor superficie de alfalfa, mayor el abatimiento.

Prever, anticiparse o percibir un problema como el del agua, no estaba en nuestra lógica de aprovechamiento del recurso. Por eso pienso que el origen de todos nuestros males ambientales, en particular el del agua se encuentra más en conductas racionales incorrectas y/o conductas irracionales. En palabras del propio Diamond "algunas personas pueden concluir acertadamente que sus propios intereses pueden verse favorecidos comportándose de forma prejudicial para los demás. Los científicos califican este comportamiento de racional precisamente porque se sirve de un razonamiento correcto, aun cuando pueda ser moralmente reprensible".

La tecnología puede jugar a nuestro favor, estamos a tiempo de no incurrir en problemas que puedan exceder la capacidad de la sociedad para resolverlo, no esperemos a que las soluciones sean demasiado costosas y ya no tengan remedio.

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