Estados Unidos supera la expectativa del FMI.
La economía de Estados Unidos creció a un ritmo anual del 3,2 por ciento en el primer trimestre de 2019, un dato que rebasó las expectativas de los analistas y que permitió al presidente, Donald Trump, sacar pecho ante las advertencias del Fondo Monetario Internacional y otras voces sobre los riesgos de su política comercial.
El primer cálculo provisional del Producto Interior Bruto (PIB) entre enero y marzo, anunciado ayer viernes por el Departamento de Comercio, reveló un crecimiento casi un punto superior a lo previsto por los expertos y que supone un notable avance respecto al último trimestre de 2018, cuando la economía creció el 2,2 por ciento.
"Los números del PIB acaban de anunciarse, y son mucho más altos que la expectativa más alta. Hubo mucha gente que creía que sería menos del 2 (por ciento), y llegaron al 3.2", dijo Trump a los periodistas antes de viajar hacia Indianápolis (Indiana).
El dato marcó el mayor ascenso del PIB para un primer trimestre en cuatro años, y confirmó la bonanza de la primera economía mundial, que cerró 2018 con un crecimiento del 2.9 por ciento, el mayor ritmo desde 2015.
El aumento de las exportaciones, el descenso de las importaciones, el gasto de los Gobiernos estatales y locales, y la inversión en inventarios fueron los principales motores de la aceleración económica en los primeros meses de este año, explicó la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).