'Deserta' 50 % de personas que acude al CIJ Torreón

Aproximadamente el 50 por ciento de las personas que acuden por primera vez al Centro de Integración Juvenil (CIJ) en esta ciudad, ni siquiera logran terminar el primer nivel de diagnóstico y "desertan".

Rafael Mora, director del CIJ, dijo que las razones por las que se van antes de iniciar el proceso, son muchas: "hay pacientes que regresan después de un tiempo, pero cuando el problema es peor y lo que dicen es que ahora sí ya no van a consumir droga. Otros regresan y dicen que se fueron porque 'ya lo vimos mejor', sí es muy elevado el número de pacientes que dejan de acudir".

Explica que los que pasan el proceso diagnóstico (el cual consiste en saber y conocer el caso en particular), la gran mayoría se queda al siguiente nivel que se llama de terapia. En este paso intervienen el médico, el psicólogo y la trabajadora social, quienes se reúnen para analizar el caso y elegir el tipo de terapia que se desarrollará.

Los diferentes tipos de terapia son: individual, familiar, de grupo, reunión de familiares. De manera posterior se determina si es necesario dar fármaco terapia al paciente, es decir, un seguimiento que sugiere el médico por medio de medicina, por lo que se evalúa la respuesta que tiene con la aplicación del mismo.

Del otro 50 por ciento que sí pasa el diagnóstico e inicia un tratamiento, el 40 por ciento sí continúa con un proceso más largo y un 10 por ciento "deserta".

"Pero aquí es muy diferente cuando interrumpen un tratamiento que ya lleva un proceso donde pudo haber adquirido ciertas habilidades para disminuir el consumo. Es importante señalar que la adicción a las drogas está considerada como una enfermedad que no desaparece, como el alcoholismo, el peligro siempre va a estar allí, pueden recaer", dice Rafael Mora.

En el caso de la drogadicción existen detonantes que pueden causar que el paciente tenga una recaída, sin importar el tiempo que lleve sin consumir estupefacientes.

Explica que por eso es importante que aunque terminen los 6 meses que dura un tratamiento, como mínimo, al darse de alta el paciente se les recomienda que acudan a algún grupo de ayuda como el de Alcohólicos Anónimos u otros similares, para que tengan la oportunidad de estar de manera permanente, donde sesionan varios días a la semana.

Esta recomendación se hace por si en algún momento sienten la necesidad o ansiedad de recaer.

Sin embargo, si algún paciente concluye su tratamiento y no desea acudir a algún otro grupo externo de ayuda, en el Centro de Integración Juvenil hay un núcleo de Prevención de recaída para pacientes que "egresan", jóvenes que ya dejaron de consumir y estudian o trabajan. Estas reuniones no son frecuentes, pero en ellas se analizan los riesgos a los que han estado inmersos en su "nueva" vida normal, cómo los han superado, revisan sus puntos débiles y se les aconseja.

Rafael Mora dice que hay algunos criterios que se toman en cuenta para el "egreso". Desde al diagnóstico se establecen metas en base a la edad del paciente, el tipo de droga que utiliza, el tiempo que lleva de consumir la sustancia, por los problemas que la adicción le causó en su vida, entre otros.

"En algunos casos los objetivos son que el paciente se mantenga en la escuela, que consiga trabajo, que mejore su entorno familiar, pero con cada paciente es diferente".

Manifiesta que hay muchas familias que piensan que el del problema es el usuario de drogas y argumentan que pese a que les insisten para acudir a recibir ayuda, no aceptan ir y desisten de ir a tratamiento.

"En muchas de las ocasiones el adicto es como el último que se ve afectado, porque andan mal la mamá, anda mal el papá, los hermanos y el chavo puede andar como si nada, por eso es importante que la familia se acerque al tratamiento", dice el director.

El servicio al que se somete una persona adicta que acude al CIJ, es con ayuda profesional de parte de médicos, psicólogos, trabajadoras sociales e instalaciones adecuadas para llevar a cabo el tratamiento.

Señala que ningún modelo es el mismo para todos los pacientes, ya que cada uno tiene sus características propias que se deben tomar en cuenta para que sea efectivo.

Para acudir a una entrevista inicial para ingresar al programa del CIJ, se cobra una cuota de 70 pesos, pero si alguien no tiene para pagarlo, la trabajadora social hace un estudio socioeconómico para determinar si se le puede hacer un descuento.

Centros de Integración Juvenil brinda ayuda a quien la pida, tienen personal profesional y calificado para lograr mejores resultados.

URGE UNA UNIDAD DE HOSPITALIZACIÓN

Actualmente en la ciudad de Torreón no existe una unidad para internar a los pacientes, sin embargo el director del CIJ dice que desde hace muchos años han hecho la petición para recibir la ayuda y crear la infraestructura.

Dice que en todo el país hay sólo 12 unidades de hospitalización y están ubicadas por regiones. Debido a que en Coahuila no hay ninguna, la que le corresponde a este estado es la que se encuentra en García, entre Saltillo y Nuevo León. En esta unidad se canalizan los casos que requieran tratamiento residencial.

"Este servicio tiene un costo, luego de que los especialistas hacen la evaluación de un paciente y si éste requiere internamiento, se le propone a la familia y ellos deciden si lo mandan, es voluntario, a nadie se le obliga", dice Rafael Mora.

Sobre la necesidad de contar con una unidad hospitalaria del CIJ en la Región Laguna, el director dice que ya se ha hecho un proyecto.

Detalla que una unidad de este tipo emplea aproximadamente más de 10 millones de pesos en costo de operación al año, si se toma en cuenta el tratamiento de 50 pacientes.

"Estas unidades jamás podrán ser autosuficientes con las aportaciones de los pacientes, ya que hay algunos que quedan exentos de los pagos por sus condiciones económicas".

Rafael Mora estima que la inversión para construir el edificio para tratamiento residencial varía por la ubicación del terreno y otros aspectos.

Sobre un posible terreno, explica que cuando se requiere una obra de este tipo, se busca cualquier ubicación.

El CIJ Torreón tiene 32 años en operación, sin embargo desde hace 10 años se vio la necesidad de contar con una unidad de hospitalización para esta región.