Lisandro López (centro) besa el trofeo de la Superliga Argentina que consagra a Racing como campeón de Liga. (Jam Media)
La fiesta fue casi completa: el campeón Racing Club celebró el domingo el título de la Superliga argentina de fútbol obtenido hace una semana con un empate 1-1 en casa ante el escolta Defensa y Justicia, que le discutió la corona hasta la fecha pasada.
La “Academia” –consiguió su noveno título de liga en el profesionalismo, más otros nueve conquistados en el amateurismo- cerró una campaña extraordinaria en Superliga: en 25 fechas, fue el equipo con más victorias (17), con menos derrotas (2, junto con Defensa y Justicia), con más goles a favor (43) y con menos goles en contra (16).
El equipo de Eduardo Coudet, que se subió a la punta en la cuarta fecha y ya no se bajó, terminó el certamen con cuatro puntos de ventaja sobre el sorprendente “Halcón” dirigido por Sebastián Beccacece.
En un colmado estadio Cilindro de Avellaneda se vivió una noche llena de emociones. Uno de los puntos más altos fue la ovación (y el despliegue de dos banderas gigantes) en homenaje a Lisandro López, figura emblemática del campeón, al minuto 15 (el mismo de su dorsal). “Licha”, a sus 36 años, fue el máximo artillero de la Superliga, con 17 tantos.
“Estoy emocionado desde hace varios días, esto es una alegría inmensa. Ojalá que los hinchas lo disfruten, porque es todo para ellos”, reconoció luego el exdelantero del Porto, Olympique Lyon e Inter de Porto Alegre.
Antes de la recepción de las medallas, la copa y la vuelta olímpica, hubo un partido correspondiente a la última fecha, en el que los dos principales animadores del torneo no se sacaron ventaja.
Racing se adelantó con un centro de Matías Zaracho que derivó en un remate de Augusto Solari despejado por el arquero Luis Unsain. El correspondiente rebote fue enviado a la red a los 53 minutos por Jonathan Cristaldo.
La derrota hubiera sido demasiado castigo para Defensa y Justicia, que estableció el empate a los 70, con una contra que culminó en centro de Ciro Rius y cabezazo inapelable del paraguayo Matías Rojas.