Con una solemne misa el tercer obispo de Torreón, don José Guadalupe Galván Galindo, celebrará sus Bodas de Rubí.
EL SIGLO DE TORREÓN
La entrega a Dios y a los hombres en el ministerio sacerdotal, siempre es y será una entrega por amor.
Cada día se encuentra más enamorado de esta hermosa misión que es predicar el Evangelio, don José Guadalupe Galván Galindo, Obispo de la Diócesis de Torreón está feliz porque el día de mañana, celebra su 40 aniversario de ordenación sacerdotal.
Después de estudiar once años en el seminario de Monterrey, fue ordenado sacerdote un 29 de junio de 1965 en la Basílica del Roble de Monterrey; la primera misa que ofició fue al siguiente mes, en su pueblo natal Cadereyta, Jiménez, N.L.
Como iglesia, Mons. Galván Galindo festejará este grato suceso con una solemne Eucaristía de acción de gracias, el día de mañana en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen, a las doce del medio día y justamente en el marco de la celebración, el tercer obispo de Torreón platica de su vocación sacerdotal, familia y llegada a Torreón.
¿Señor Obispo platíqueme, dónde nació, de sus padres y hermanos?
Yo nací el 21 de agosto de 1941 en Cadereyta, Jiménez, N.L., mis papás se llamaron Vicente Galván Rodríguez y Juliana G. de Galván, fuimos tres hijos, yo el mayor, Abel y Juan José, ellos viven, en cambio mi madre murió hace año y medio siempre estuvo muy cerca de mí.
¿Cómo recuerda el despertar de su vocación sacerdotal y cuándo fue ordenado?
De pequeño asistí mucho a la parroquia de San Juan Bautista de mi tierra natal, ahí empecé como monaguillo acólito, a los doce años ingresé al Seminario de Monterrey, N.L., mi madre quien quedó viuda muy joven, tomó como una bendición para la familia el hecho de que yo quisiera ser sacerdote y después de once años de estudios recibí la ordenación en junio de 1965.
¿Cuáles cree que son los pilares de la vida de un sacerdote?
Creo que la Eucaristía y la adoración a la Virgen son los pilares fuertes para que un sacerdote u obispo sea fiel a su vocación. Puedo contar que yo me llamo Guadalupe y antes de nacer mi madre me consagró con la Virgen de Guadalupe, como fui niño me puso Guadalupe, la devoción a la Santísima Virgen me ayudó mucho a sostenerme en mi vocación sacerdotal o episcopal.
¿Qué contar de su arribo a Torreón y qué siente de llegar a cumplir 40 años de servicio a Dios?
Después de ser Obispo de Ciudad Valles, San Luis Potosí, el Papa Juan Pablo II me nombró Obispo de Torreón la toma de posesión fue el 14 de diciembre del año 2000, desde mi llegada me encontré con muchos laguneros hospitalarios a quienes les agradezco el respeto hacia la persona del Obispo. En cuanto a mi sentir por el aniversario digo que tiene un sentido de fiesta y celebración... es dar gracias a Dios.
¿Cuál sería su mensaje a nuestra Diócesis, en ocasión a sus Bodas de Rubí?
Que este acontecimiento sirva para valorar lo que es el sacerdocio, que cada una de nuestras familias de la Diócesis de Torreón, tenga presente que es una bendición de Dios que a un niño, adolescente o joven se le noten indicios de vocación sacerdotal, que no bloqueen lo que Dios quiere de esa persona.
El Excmo. Señor Obispo don Guadalupe Galván Galindo, hoy a 40 años de distancia de su ordenación está aquí para ofrecer un himno de acción de gracias al Señor por la bonita y sagrada vocación que le ofreció.
