La primera nave espacial israelí en viajar a la Luna superó ayer la prueba más crucial hasta el momento: entrar en órbita lunar una semana antes de descender en la superficie de nuestro satélite natural. (ARCHIVO)
La primera nave espacial israelí en viajar a la Luna superó ayer la prueba más crucial hasta el momento: entrar en órbita lunar una semana antes de descender en la superficie de nuestro satélite natural. Después de recorrer 5.5 millones de kilómetros en torno a la Tierra y acercarse gradualmente a la Luna, la pequeña nave entró en la órbita elíptica de la Luna.
El alunizaje está previsto para el 11 de abril. “Fue un hito que realmente nos da la oportunidad de llegar a la Luna”, dijo Yonatan Winetraub, cofundador de SpaceIL, la empresa israelí sin fines de lucro que fabricó la nave. La nave espacial -llamada “Beresheet”, que en hebreo significa “Génesis” o “En el principio”- es la más pequeña de la historia que entra en órbita lunar.