Ante la catarata de protestas internas por las millonarias pérdidas que genera el tortuguismo en las aduanas, el presidente Donald Trump colocó en paréntesis la posibilidad de apretar más la pinza… pero puso en la mesa una nueva amenaza: gravar por razones de seguridad nacional, el ingreso de automóviles y televisores ensamblados en México.
Justificada la reversa al cierre total de 3 mil kilómetros de frontera por una activación de las acciones de México para impedir el paso de migrantes, “desde hace cuatro días”, Trump, en la búsqueda de simpatía para su posible reelección, sacó otra carta de la manga.
Ahora ya no son los migrantes sino las drogas que llegan a su país por la vía del nuestro. Y como cerrar la frontera es complejo, hay que apretar donde duele.
Ahora que, magnánimo, el ocupante de la Casa Blanca le da al gobierno de México un plazo de un año para dejar caer la guillotina.
El escenario le pondría un misil en el casco de flotación al acuerdo mercantil con México y Canadá, haciendo trizas dos años de negociación.
Por lo pronto, le coloca más ruido al proceso legislativo para aprobar el documento final frente a las reticencias de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes.
La pregunta es si el recule de Trump implicaría normalizar la operación de las aduanas, en un marco en que se han colocado en grave peligro los productos perecederos y las frutas de ambos lados de la frontera.
Aunque desde el interior del país se ha alzado la voz contra las tenues rendijas en las aduanas que provocan “colas” de hasta 12 horas, es falso que el Consejo Coordinador Empresarial le haya externado una suerte de conminatorio al secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, para tomar acciones sobre el asunto.
La carta a que se ha aludido no lleva la firma del presidente de éste, Carlos Salazar Lomelín, con la novedad de que en tal caso el remitente estaba equivocado.
Si se trataba de una mayor acción diplomática, la misiva debió enviarse al canciller Marcelo Ebrard.
Y si se buscaba una respuesta del país por la vía de aranceles extraordinarios,la responsabilidad sería de la secretaria de Economía, Graciela Márquez.
La posición del gobierno frente a la migración centroamericana, de la cual se habló con el yerno de Trump, Jared Kushner, es arraigar a la población vía oportunidades de empleo, lo que reclamaría una inversión conjunta. Ahora que si México envía drogas, la responsabilidad de su paso libre es de las aduanas de Estados Unidos.
Veleidades de Trump.
BALANCE GENERAL
Adelantado en este espacio que de rechazar el Senado las ternas para las cuatro vacantes del Pleno de la Comisión Reguladora de Energía el presidente Andrés Manuel López Obrador las enviaría de regreso, finalmente los designados, tras el segundo rechazo, fueron los que mayor número de avales habían recibido.
A contrapelo del circo que armó la oposición en su calidad de “sinodales”, tratando de ridiculizarlos, los designados tienen expedientes robustos en la materia, al margen de grados académicos.
La estrella de la función fue la priista Xóchitl Gálvez, quien dejó constancia de sus extraordinarios conocimientos sobre albures mexicanos.
Habrá que solicitar un mano a mano con la reina de los albures.
