Abuso

Apenas unos días atrás, se dio a conocer el suicidio del músico Armando Vega Gil, miembro del grupo Botellita de Jerez, de fama nacional.

La muerte del artista fue confirmada por los propios miembros de su agrupación musical y se dio justo unas horas después de que el finado había anunciado su intención de quitarse la vida porque para él no tendría ya caso defenderse de una denuncia anónima en su contra por la supuesta comisión de un acoso sexual. El señalamiento fue hecho a través de las plataformas que el movimiento #MeToo ha desarrollado para realizar su labor.

Evidentemente debido a la popularidad del señor Vega Gil y del conjunto artístico al que pertenecía, además de haber anunciado que se quitaría la vida, el debate acerca del acoso y abuso que las mujeres sufren en el mundo y particularmente en nuestro país, volvió a encenderse en la arena pública.

Este movimiento de #MeToo nació en los Estados Unidos hace pocos años atrás y fue iniciado por un grupo de mujeres dedicadas al mundo del espectáculo, quienes decidieron romper el silencio acerca de este fenómeno que innegablemente se da en distintos grupos sociales y desde tiempos remotos: el abuso de los varones sobre las féminas aprovechando una posición de fuerza.

Por fortuna es que #MeToo ha tomado fuerza, es realmente deleznable cualquier acción en la que un hombre trate de forzar tener algún contacto físico con una mujer o ponerla bajo una situación incómoda en contra de la voluntad de ella. Miles de situaciones y atropellos de este tipo suceden todos los días, por lo que el surgimiento de movimientos que denuncien estas conductas deben ser celebrados.

Benéfico sin duda que ahora #MeToo al menos esté favoreciendo que cada vez más mujeres tomen el valor de denunciar públicamente cuando hayan sido violentadas en su digno espacio personal por algún hombre que se aproveche de alguna situación de ventaja generada por su diferencia de género. Incluso el movimiento en cuestión ha desarrollado vías en las redes sociales para que en caso de la mujer que desea señalar que ha sido víctima de algún atropello de este tipo y que tema dar la cara para señalarlo, puede hacer la acusación desde el anonimato.

Desafortunadamente la tecnología actual que permite la expresión de cualquier persona pueda ser masiva a través del mundo cibernético, también facilita que se pueda acusar, calumniar y difamar a cualquiera desde del anonimato, lo cual por supuesto cuando se realizan imputaciones falsas, pueden crear un daño devastador para el afectado. Es una realidad que las redes sociales por su propia naturaleza dan rienda suelta a los insultos y ataques que antes de su existencia sólo se veían regularmente se producían desde la turba, donde el anonimato evidentemente coincide con los ataques que se pueden hacer utilizando las redes. En su mensaje póstumo Armando Vega Gil escribió que sabedor que es imposible poder defenderse de una acusación hecha en las redes sociales y el daño que se causaría, él decidía la muerte para él.

Es pues mundial que muchas mujeres son presa de hombres cobardes que las acosan, y ahora por fortuna la sociedad parece más reactiva para defenderlas de esta clase de canalladas.

Por desgracia este cambio abre la puerta para que también se hagan acusaciones sin sustento con el fin de dañar a alguien, y como es muy difícil establecer científicamente la veracidad de que se que haya cometido un abuso, se abre la puerta para descalificaciones sin sustento.

Hace ya algunos días el director de vialidad Pedro Luis Bernal, fue señalado por una agente de tránsito de que éste había abusado laboralmente de ella por su condición de mujer, al haberla reprendido exageradamente y que incluso la había aventado oprimiéndole el pecho.

El asunto causó ámpula en los medios debido a que se trata de una denuncia de abuso, pero lo lamentable es la reacción de una diputada local de Morena de nombre Elisa Catalina Villalobos Hernández, que desde la tribuna del Congreso llamó "cerdo machista" al alcalde Jorge Zermeño porque según ella el presidente está defendiendo a su subalterno.

Ojalá las autoridades esclarezcan si Bernal cometió el abuso que lo denuncia la agente, y en su caso la ley se aplique sobre él, pero el insulto proferido por la diputada morenista es además de desproporcionado, soez y cobarde, porque ella se está aprovechando de esta tendencia de erradicar el machismo.