Perdurar. Erik Garduño expresa que sus piezas son muy duraderas y lamenta se valore poco. (EL SIGLO DE TORREÓN / Roberto Carson)
El trabajo que se puede realizar a través de un telar se vincula a un acto artístico y de mucho detalle. Concluir un rebozo toma hasta dos meses de esfuerzo.
En Atlixco, ciudad del centro de México, se conoce muy bien sobre ese oficio, que la mayoría de los pobladores practican por una cuestión de herencia.
Crecer observando como se realiza esta artesanía es parte de la niñez de muchos de sus habitantes que ahora han retomado la enseñanza de sus abuelos.
Erik Garduño Amador es uno de los artesanos que han dedicado toda su vida a la hechura de rebozos en Atlixco.
El mismo relata que viajó a Torreón para traer personalmente el rebozo que le fue entregado ayer por la noche al tenor español Plácido Domingo durante el concierto que ofreció en la Plaza Mayor.
Garduño Amador de 29 años comparte que toda su familia se dedica a ese oficio, su padre lo aprendió de su abuelo y así ha pasado de generación, ahora es su hija de cinco años la que se encuentra atenta al proceso de realización, el cual dice toma hasta dos meses para realizar sólo una pieza.
Asimismo comparte que utilizan nueve mil hilos para poder realizar uno.
"Son dos meses de 3 horas en el telar al día, no se puede trabajar más porque la vista se cansa mucho".
Manifiesta que él viaja a dejar su trabajo hasta donde se lo solicitan, esto debido a que en el pasado tuvo problemas en enviarlos por paquetería pues llegaban descuidados a su destino, por ello el mismo acude a entregarlos personalmente.
Dijo que cada pieza tiene un valor de 300 pesos y compartió su contacto para los interesados: 442474070.
