El robo de identidad es una de las amenazas cibernéticas más importantes en el mundo; México ocupa uno de los primeros lugares en el ranking mundial. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Víctimas duranguenses del robo de identidad han perdido millones de pesos en los últimos meses.
Los ladrones se apropian de información personal para abrir cuentas de crédito, contratar servicios como seguros de vida, líneas telefónicas, o en algunos casos para el cobro de seguros de salud, de vida o pensiones, explica la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en su portal.
Este tipo de fraudes son la primera causa de atención en la dependencia a nivel local.
CÓMO OPERAN
Las formas más comunes son la obtención de datos vía internet, donde se hacen compras de productos y servicios, explicó Mario Alberto Alvidrez Cordero, subdelegado de Condusef.
Otro de los fraudes presentados en la localidad son las transferencias bancarias no reconocidas. De hecho, el subdelegado informó que estas han incrementado.
"Este año hemos tenido reclamaciones que incluso han superado el millón de pesos por este tipo de asuntos". La otra manera utilizada para el robo de identidad es la aplicada vía telefónica. Los ladrones pueden hacerse pasar por ejecutivos bancarios, que solicitan información personal a los usuarios e incluso llegan a pedir contraseñas.
Por ello Alvidrez Cordero instó a no proporcionar información.
Hay casos en los que las personas son víctimas del fraude, pero se percatan mucho tiempo después, hasta que requieren un préstamo y el banco les informa que están en Buró de Crédito, por un préstamo que no solicitaron ellos sino un ladrón.
Sin embargo, según el subdelegado en Durango, "en muchas ocasiones" han recuperado el dinero del robo.
"Le puedo decir que la gran mayoría de los casos, toda vez que el banco tiene que acreditar que fue el usuario quien hizo uso de su tarjeta, o de su cuenta, si el banco no lo acredita o lo sustenta con documentos idóneos tendrá que reembolsar el dinero", explicó.
