La visita a nuestra ciudad de Tomás Bermúdez, representante en México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ofreció la oportunidad para que sociedad civil y empresarios interesados en el desarrollo económico de la Comarca Lagunera, asomaran al horizonte del porvenir con una perspectiva de mediano y largo plazo.
Fungieron como anfitriones Renacer Lagunero, entidad de la sociedad civil comprometida con el desarrollo regional; Fomento Económico de Coahuila (FOMEC), asociación de añejo historial y sólido liderazgo empresarial en la Comarca y la Universidad Iberoamericana, que acogió en sus instalaciones la reunión de nuestro personaje con elementos de la sociedad civil y representantes de los tres niveles de gobierno, ofreciendo el marco de vinculación entre empresa, sociedad y academia.
El BID es una institución financiera internacional integrada por países de América Latina y los Estados Unidos, que tiene su sede en Washington, D.C. Desde su fundación en 1959 financia proyectos de desarrollo económico, social e institucional, y promueve la integración comercial en esta región del planeta.
Entre los estados involucrados no solo se encuentran los propios países latinoamericanos que reciben los préstamos del BID y que como tales se denominan prestatarios, sino entidades como Estados Unidos, Canadá, China y los países de la Unión Europea, que participan bajo la clasificación de países no prestatarios. Estos países no tienen acceso a los recursos del BID y sin embargo, contribuyen aportando dinero para el desarrollo de América Latina, en aras de que se realicen proyectos en los que exista un interés común, como sería el caso de producir en Uruguay o Argentina, bienes exportables a China o Canadá.
El objetivo fundamental del BID es el combate a la pobreza a través del desarrollo humano integral y el diseño e instrumentación de proyectos estratégicos de productividad, cuya vocación está determinada por las necesidades y proyectos generados en el seno mismo de la sociedad de que se trate. En el caso de México existe una disposición constitucional que prohíbe a Estados y Municipios contratar empréstitos con bancos extranjeros, por lo que los proyectos financiados por el BID deben ser canalizados a través de las autoridades federales, lo que al fin y al cabo no impide que en su origen, los planes y proyectos emanen de la sociedad.
La reunión que incluyó una conferencia de Bermúdez y una sesión de preguntas y respuestas, tuvo por objeto que el funcionario del BID conociera el potencial económico de la región y a su vez, difundir a nivel local el modo de operación de la banca de desarrollo a la que representa, para suscitar la formulación de proyectos y por ende, de solicitudes de apoyo financiero. Como suele ocurrir en estos casos, se replantearon algunos proyectos ya conocidos que dada su dimensión y complejidad no se han realizado, como es el caso de la construcción de un aeropuerto de carga con instalaciones para la reparación y mantenimiento de aeronaves, y la renovación integral del sistema de aguas y saneamiento para la ciudad de Torreón, que incluye un drenaje pluvial.
Otros proyectos que resulta pertinente promover en el marco de las operaciones del BID, y que quedaron pendientes en la reunión cuyo comentario nos ocupa, atañen a la construcción de unidades de hospedaje industrial que tanta falta hacen en nuestra región, por ser indispensables para la productividad y la generación de empleos.
El ejercicio que implica la visita en comento es indispensable para evitar que por atender necesidades urgentes, nuestra comunidad descuide el sentido de perspectiva de desarrollo regional en el mediano y largo plazo. Lo anterior implica que la tarea de diseñar y proponer proyectos queda en manos de los elementos locales (empresa, sociedad y autoridades), que por virtud de su misma pertenencia y arraigo en el medio, son conocedores de las necesidades a satisfacer, así como de las fortalezas y debilidades a partir de las cuales, es posible realizar una estrategia al respecto.
