Cuando veo los números del Santos Laguna en la última década, me doy cuenta que más allá de grandezas por popularidad, ratings televisivos u otras cosas, los Guerreros son de las instituciones que siempre están ahí peleando para ganar algo. Santos no le pide nada a nadie estos últimos 10 años, más bien es top en ese lapso de tiempo y así se forman las grandezas, por sumar hazañas en lapsos cortos de tiempo y hacerse de una numerosa afición más allá de tu ciudad e incluso de tu país. Santos va en ese proceso y sin duda en ese arduo camino los enfrenones que ha tenido han venido en torneos internacionales: la eliminación con Lanús y sin dudas sus tropiezos en la Concachampions.
Quizá lo más hermoso del futbol es que da revanchas, en esta ocasión la Concachampions se la da a los Guerreros, es más que una revancha, es una cita con la grandeza, es repetir semifinal y final de 2012 ahora en un torneo internacional que te dará un lugar para representar al futbol de México. Recuerdo ese 2012 y me detengo en mucha gente que veía imposible que se evitará una "final regia", medios y aficionados de Monterrey pero también de La Laguna veían la cosa como misión imposible aunque ese Santos había sido líder general, la hazaña se firmó con tintes heroicos, Santos salió campeón y arruinó muchas fiestas, obligó otra vez a que todos nos voltearan a ver y definitivamente ahí el equipo, el TSM y la afición lagunera subieron peldaños.
"A lo Santos", esa frase sí la compro, nunca han sido fáciles las conquistas santistas y laguneras; vencer al desierto, vencer a toda la maquinaria Televisa en el primer campeonato en el 96, vencer el romance Javier Alarcón con la industria regia del futbol en el 2012, seguir sumando títulos en la supuesta década Tigre con proyecto y no tanto con presupuesto.
Otra vez un título está a la vista con grandes obstáculos que superar, ¿cómo comunicarle al plantel y cuerpo técnico que están en un momento histórico del Santos? ¿Cómo lograr que salgan a la cancha conscientes de lo que se juegan? Ojalá la afición lo grite y lo diga sin miedo: se vienen dos partidos enormes contra Tigres y una cita con la historia en donde está prohibido fallar. La grandeza será el premio y esta Concachampions es un gran paso hacia ella.
