En esta ocasión la fuga no representó riesgo para la población, que se mantuvo alejada de la zona. (TWITTER)
Una nueva fuga de combustible que alcanzó hasta 30 metros de altura se registró ayer en el municipio de Tlahuelilpan en el estado de Hidalgo, donde hace poco más de dos meses la explosión de un ducto provocó la muerte de 135 personas.
De acuerdo con el director de protección civil en ese lugar, Ángel Barañano, alrededor de las 7:20 horas del domingo recibieron una llamada para alertarlos de un derrame de combustible sobre la carretera Tlahuelilpan- Juandho, dentro del ejido de Juandho. Precisó que se trató del ducto Tula-Pachuca que se localiza en unos terrenos de cultivo atrás del rancho Las Nueces.
Al llegar, las autoridades encontraron una fuga de entre 25 y 30 metros de altura, por lo cual durante dos horas trabajaron en controlar el derrame de combustible. Señaló que a las nueve de la mañana se entregaron los trabajos al personal de Pemex para la reparación del ducto, en tanto que la zona fue acordonada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y bomberos.
En esta ocasión, la fuga no representó riesgo para la población, que se mantuvo alejada de la zona.
EL RECUERDO DE LA TRAGEDIA
El pasado 18 de enero una toma clandestina en la comunidad de San Primitivo derivó en una fuga que explotó alrededor de las 19:00 horas, cuando decenas de personas almacenaban combustible en bidones y cubetas para llegar a su casa. La explosión provocó la muerte de 135 personas sin vida y hasta este domingo ocho heridos aún permanecían internados en hospitales.
De las víctimas de la explosión 52 restos no han sido identificados por lo que se encuentran en el Semefo de Pachuca en espera de que se den los resultados a las pruebas de ADN, que se analizan en la división científica de la Secretaría de Seguridad.
