(Erick Sotomayor)
El paisaje natural de las Dunas de Bilbao, en el Pueblo Mágico de Viesca, fue el escenario del desfile de joyería de plata Brillos del Desierto, evento con el que se da inicio a la recuperación turística de esta imponente región, la que tiene gran valor cultural e histórico.
El desfile fue iniciativa de la Secretaría de Turismo de Coahuila y la Oficina de Convenciones y Visitantes de La Laguna (OCV), quienes con la ayuda de colaboradores, hicieron posible el desarrollo de este evento.
La cita para el arribo a la zona natural protegida fue en punto de las seis y media de la tarde. Los invitados, quienes previamente adquirieron su acceso en mil 700 pesos, asistieron en vehículos propios y algunos de ellos en transporte proporcionado por los organizadores; al llegar al lugar, todo estaba dispuesto para recibir a las 450 personas que estaban ansiosas de descubrir lo que el desierto les ofrecería.
Un iluminado camino bien delimitado daba las indicaciones para llegar a lo que sería el "corazón" de la recepción, no sin antes visualizar los múltiples stands de las marcas que patrocinaron el evento. Muchas de las asistentes hicieron obligada parada en las carpas pertenecientes a los diseñadores, quienes expusieron parte de su trabajo.
Mientras seguía llegando la gente, meseros ofrecían a los visitantes variados vinos regionales de gran calidad, así como exóticos cocteles.
Minutos antes de las ocho de la noche, se hizo el anuncio para acudir al área destinada a la pasarela, ¿y qué mejor escenario que el desierto? Se colocaron sillas en ambos lados en lo que simuló ser un largo pasillo, todo ello enmarcado con una estructura de luces robotizadas y una gran pantalla. Se dio la bienvenida y la imagen del evento, la lagunera Luisa Sáenz, reconocida top model, leyó un poema evocando al desierto de la autoría de Federico Sáenz.
La hora llegó, las jóvenes y guapas modelos hicieron su primera aparición enfundadas en sobrios atuendos en color beige, que hicieron resaltar las joyas que fueron admiradas por los asistentes. Fue así como los diseñadores de joyas, Eduardo Benítez y Marcela Riquelme, de Torreón, Coahuila; Víctor Sabido de Mérida, Yucatán; Óscar Figueroa de Taxco, Guerrero, y Cynthia Serrano, de Ciudad de México, mostraron uno a uno, en diferentes sets, sus colecciones con conceptos únicos.
La prensa nacional e internacional estuvo atenta a cada uno de los movimientos de las modelos, quienes de manera pausada y con gran porte enaltecieron la belleza de las piezas de joyería. La dirección del desfile corrió a cargo de Beatriz Calles, directora del Mercedes Fashion Week México.
Entre los asistentes se encontraban reconocidas personalidades de la política, los negocios y la farándula, así como una parte de la sociedad lagunera.
Para finalizar el desfile, los destacados joyeros agradecieron los aplausos del público asistente; de esta forma, se invitó a continuar con la velada y disfrutar de los bocadillos preparados por los chefs del restaurante Maia.
Las siguientes horas fueron de amena convivencia, el ambiente relajado, pero con mucho glamour, las invitadas lucieron elaborados outfits en su mayoría en tonos claros, los que aprovecharon para tomarse las fotos del recuerdo. Los caballeros, por su parte, de manera sobria y formal también se esmeraron en hacer sinergía con el entorno festivo.
La recepción estuvo en todo momento musicalizada por un reconocido dj, quien con sus mezclas, conforme avanzó la noche, puso a tono a los asistentes.
Fue así como se desarrolló la primer edición de Brillos del Desierto, desfile que da pie al ambicioso proyecto turístico de la región suroeste del Estado, Viesca, El Origen.
