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Manifiesto Masculinista

JUAN JOSÉ ROJAS, DAVID PÉREZ

Frente a la violencia de género y los feminicidios que produce:

Somos masculinistas no machistas. Hemos decidido cuestionar nuestras condiciones de privilegio que nos han sido dadas por el simple hecho de "nacer" hombres y denunciar las violencias ejercidas para sostener dichos privilegios. Disentimos del modelo hegemónico de masculinidad. Descubrimos la necesidad de cuestionar las relaciones de poder a nivel personal y social. Por eso, hemos puesto en tensión las formas machistas en las que fuimos educados en distintos ámbitos e instituciones, como lo son: la familia, la escuela, las amistades, la iglesia, los distintos niveles de gobierno a través de políticas públicas que reafirman una organización patriarcal de la sociedad.

No somos feministas, no queremos protagonizar sus luchas y sus manifestaciones. Al mismo tiempo, respetamos y valoramos el presente ciclo en el que un sector de la sociedad históricamente reprimido, las mujeres, buscan caminos de emancipación y justicia. Reconocemos en ese proceso la demanda de una revisión crítica del concepto y la práctica de la masculinidad, también vemos una oportunidad para nuevas masculinidades como proceso de humanización en el que se respete la dignidad de todas las personas.

Un ejemplo sencillo de esta desigualdad estructural ha sido la imagen utilizada por la presente administración municipal de Torreón para dar la bienvenida a las personas corredoras que participaron en la pasada edición del Maratón LALA. En esa imagen se mostraba a un hombre corriendo, quien falta allí es la mujer. Según los estudios culturales, aquello que no se nombra (en el lenguaje o en su imagen) no existe. Y esto es una muestra de cómo una agenda social, donde participa un nivel de gobierno y el sector privado, responde a los modos de dominación bajo un modelo cultural, económico y político que no hace visible a las mujeres y reproduce las formas hegemónicas de la masculinidad.

A partir de esto, consideramos necesario solicitar que en todas las expresiones de la administración municipal se nombre y se visibilice a la mujer como una necesaria reivindicación política. Mucho más en el presente escenario de feminicidios a nivel local y nacional. El contenido de la citada imagen representa un incumplimiento del vigente Reglamento Municipal para el uso no sexista del lenguaje que busca, entre muchas otras cosas, fomentar una cultura que erradique la desigualdad estructural entre los géneros.

Además, sirva este hecho para manifestarnos en contra de que las expresiones masculinas sean utilizadas como supuestas representaciones que incluyen implícitamente a lo femenino. Nos manifestamos en contra de que los cuerpos masculinos sean utilizados para representar a todas las formas corporales, y que sean mostrados exclusivamente como imagen de fortaleza, ímpetu, esfuerzo, rudeza, éxito, liderazgo, seguridad, etc.

Nos manifestamos a favor de reconocer que lo masculino también puede expresar fragilidad, debilidad, inconsistencia, delicadeza, suavidad y ternura. Necesitamos reflexionar y aprender otras formas de masculinidad que nos permitan socializar bajo expresiones no violentas de nuestras debilidades e inseguridades; y al mismo tiempo, desarrollar prácticas pacíficas que aporten a la equidad de género. Ante los reincidentes feminicidios, consideramos urgente lanzar un firme y sostenido: no más formas de masculinidad basadas en la violencia, imposición y dominación.

Hacemos un llamado a las personas del sexo masculino, especialmente a las que en la actualidad trabajan, colaboran o interactúan con la presente administración municipal a emprender un camino de autocrítica que facilite acciones para aplicar de manera efectiva una equidad de género en toda política pública. "En el entendido que mientras nosotros los hombres no expongamos y admitamos los orígenes de nuestra masculinidad, así como los obligados patrones de comportamiento varonil para los cuales hemos sido entrenados, educados, forzados e incitados, la radicalización del debate sobre violencia de género aumentará en lugar de disminuir. Nuestras sociedades están urgidas de un diálogo sentipensante" (Cacho, 2018).

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Escrito en: David Pérez

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