Los 'coyotes' se favorecen con la compra del frijol que aún falta por comerzializar.
Alrededor de 300 a 500 toneladas de frijol es lo que queda por comercializar de la cosecha del ciclo primavera-verano 2018 en el municipio de Poanas, luego de que casi la totalidad del grano lo pudieron vender los productores a través de las diferentes empresas acopiadoras autorizadas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno Federal (Sader, antes Sagarpa).
El director de Desarrollo Rural de Poanas, René Urenda, precisó que no obstante aún resta por acomodar en el mercado la citada cantidad de frijol, quienes están aprovechando esta situación son los "coyotes" (intermediarios), aunque volvió a insistir en que hablar de 300 a 500 toneladas de dicho grano representa una cifra muy reducida en comparación con las miles de toneladas que se compraron a través de las empresas acopiadoras.
De la misma forma, subrayó que de la referida cantidad queda un número considerable de grano manchado que no es fácil de vender por sus características, aunque expuso que se trata de frijol cuyo daño sólo es en la apariencia, en su presentación, ya que se trata de un producto que no representa riesgo alguno para su consumo.
Afortunadamente, indicó Urenda, los productores de frijol de este municipio pudieron vender la mayor parte de su cosecha a través de las empresas comercializadoras que operaron en la región, y sólo una pequeña parte es la que no pudieron acomodar por esta vía, en virtud de que no la pudieron comprobar con los requisitos que se exigen en los centros de acopio.
No obstante, también se trata de campesinos que tienen aún de cinco a 10 toneladas de frijol en las bodegas de sus viviendas, las cuales guardan con la expectativa de que el precio del grano se incremente.
