Las reglas establecen que adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres y niños deben recibir ayuda alimentaria.
Menos del 40 % de las personas pobres en Durango recibe una despensa del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Estatal, y aunque hay instancias de Gobierno obligadas a combatir la pobreza, el trabajo de este organismo se ha convertido en una forma directa de erradicar el hambre.
En entrevista, el subdirector operativo del área de Programas Alimentarios, Humberto Ávila Granados, precisó que entregan despensas a 55 mil familias cada mes, que, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), tienen un promedio de cuatro integrantes. Con base en esta estimación, en total suman 220 mil atendidos por el DIF.
Sin embargo, el porcentaje de pobreza es de 36 % del total de los duranguenses, según cifras de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado (Sedesoe). En estos momentos se contabiliza una población total de un millón 75 mil, es decir, que 631 mil 800 duranguenses no tienen acceso a uno o varios derechos, por ejemplo, salud, educación, alimentos, servicios básicos, entre otros, de ellos el 2.8 % padece condiciones extremas de pobreza.
"La verdad las necesidades de la gente es mayor, no cubrimos el total de las personas con necesidad, es una pequeña parte de la población que se le da este apoyo", admitió Ávila.
De acuerdo con un análisis de las cifras, el DIF entrega despensas a menos de la mitad de pobres en el estado; a un 34.82 % de las más de 630 mil personas que requieren un apoyo.
El subdirector explicó que la pobreza no ha registrado un incremento en los últimos años, pero el recurso nunca alcanza.
Este año el presupuesto para los programas alimentarios aumentó un cinco por ciento, o sea, pasó de 153 a 165 millones de pesos.
En contraste, el precio de los alimentos que se colocan en las despensas han sufrido un encarecimiento del 10 por ciento, indicaron proveedores.
"Realmente hemos incrementado apoyos gracias a la ingeniería del DIF, y que se buscan productos de buena calidad a un buen precio", sostuvo el subdirector.
En el estado hay mil 200 localidades con alto nivel de marginación, a muchas de las cuales es difícil llegar por la complejidad de la orografía. Durango tiene el segundo municipio más pobre del país: Mezquital, y solo este comprende mil 200 comunidades, algunas con cuatro familias, pero todas en pobreza.
"Los poblados están a seis, siete horas el uno del otro, por ello lo que hacemos es poner sedes con ayuda del municipio y baja la gente para aprovechar cuando reciben otro apoyo".
En estas condiciones hay otras comunidades de la sierra de Pueblo Nuevo y San Dimas.
La pobreza en la región de los Valles es la más controlada en lo que compete al DIF Estatal, ya que es fácil el acceso, pero únicamente para la entrega de despensas porque carecen de servicios públicos básicos o de salud.
Es el caso del poblado de Ignacio López Rayón, donde las personas no tienen agua potable ni centro de salud, pese a que se encuentra a unos 25 minutos de la zona urbana.
Esta es una de las localidades identificadas como de alta marginación por el organismo asistencial, aunque hay otras también ubicadas sobre la carretera Durango-Mezquital.
En tanto que en la Laguna, de los 12 municipios que la integran se tienen catalogadas como de mayor marginación a San Pedro del Gallo, Santa Clara, San Juan de Guadalupe y Simón Bolívar, precisó Ávila.
Además de que el recurso para este programa aumentó menos de la mitad del incremento del precio de los productos que componen las despensas, aún no empieza la entrega, ya que apenas van a lanzar la convocatoria para la licitación como lo establecen las reglas de operación, aunque hay personas para las que la única forma de equilibrar su dieta o incluso tener comida son las despensas del DIF.
