Tras la polémica que surgió por la Plaza de la Mujer en la que se utilizaron piezas usadas de cocina como ollas y sartenes, el alcalde Jorge Zermeño dijo que le parece de "muy mal gusto" que a propósito de algo que se hace "con la mejor intención" inmediatamente salgan opiniones negativas "sin conocer el contenido de lo que ahí está".
"A mí me merece todo el respeto las mujeres que han sido violentadas, violadas, abandonadas y que están ahí, dando un testimonio a la sociedad de lo que no debe suceder", comentó.
El presidente municipal añadió que se trata de un "antimonumento" no hecho por el Municipio sino elaborado por un grupo de artistas pertenecientes a distintas universidades.
La Plaza de la Mujer fue inaugurada por Zermeño el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
En su momento, el Instituto Municipal de la Mujer, informó a través de redes sociales que el proyecto es un "antimonumento", que simboliza y resignifica los episodios de violencia que viven las mujeres, en el ámbito doméstico. Lo anterior luego de que colectivos de mujeres y usuarios manifestaran su desagrado.
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El fin de semana causó polémica la escultura de la Plaza de la Mujer, que fue elaborada con sartenes. (FERNANDO COMPEÁN)
