En algún momento durante la ejecución de alguna pieza musical el intérprete puede utilizar un recurso denominado Rubato, el cual consiste en “robar” un poco de tiempo a alguna de las notas que se encuentran antes y/o después o bien generar una ligera aceleración o desaceleración con el fin de cambiar la dinámica, mover la pieza, darle una dirección diferente y por ende provocar una reacción distinta.
De la misma manera hemos pasado a ocupar un espacio en este valioso medio, con la finalidad de emprender un viaje de la mano de todos ustedes, queridos lectores, para adentrarnos en fascinantes eventos de la historia: sociales, políticos, económicos y culturales, los cuales detonaron resultados trascendentales en la humanidad; y es que permítanme contarles que manifestaciones artísticas tan humanas como la ópera, la música clásica; las artes escénicas en su máximo esplendor no son más que un retrato del pensamiento humano personal y colectivo, de sociedades que en algún momento pugnaban por un movimiento catártico que pudiese promover una transformación social a grandes rasgos. El ser humano revolucionario y evolutivo por naturaleza siempre ha tratado de estar un paso adelante, en lo individual y en lo grupal. De ahí que grandes pensadores, compositores, escritores o artistas generasen un liderazgo en llevar una nueva corriente de pensamientos que dan paso a nuevas eras sociales y cognitivas en la humanidad; y es que no es para menos que en tiempos de la cuarta transformación, a decir por lo que se escucha de nuestros líderes, se busque una redistribución de los recursos y por ende de la riqueza.
Siendo así, tomemos entonces nuestra cruzada propia a favor de la nueva redistribución de la cultura y el arte; que estas no sigan secuestradas por mentes que más que decir intelectuales me atrevo a nombrarles “intelectualoides”, y es que algo tan natural como los sentimientos y pensamientos de origen humano, algo que cualquier persona tiene por derecho de nacer, a sentir y a experimentar a través de sus etapas de vida, no puede explicarse de mejor manera que con el lenguaje de la naturalidad.
Artista no es solo el que crea, sino también el que se transforma a través de la reflexión y el entendimiento de las obras que lo impactan, entonces transformando conciencias a través de estas manifestaciones pudiésemos convertir a seres humanos más sensibles, por ende también a sociedades.
Creo firmemente que sensibilizar a nivel social es una excelente misión para el arte; crear cohesión, cooperación, coordinación, solidaridad, es una gran finalidad para el arte, ¡bienvenidos entonces a “Operación: Rubato”! Y es que de la misma manera le propongo alteremos un poco nuestro tiempo e inercia diaria para leer estos versos y mover la dinámica de nuestro pensamiento y entendimiento actual, así como generar un análisis profundo de grandes obras y exposiciones artísticas de la historia. No se pierdan nuestra próxima entrega, “¿dónde estará el próximo André Chénier?”.
¡Comenzamos! Esta historia continuará…
