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Sexo y libertad

Diálogo

YAMIL DARWICH

En la escuela aprendimos sobre la personalidad, definiéndola como: suma del carácter y temperamento; uno heredado, el otro moldeado por la vida de relación.

También aprendimos en biología que existen dos tipos de sexo, marcados por el mensaje genético: el varón con XY y la hembra con XX. Además que existen las llamadas enfermedades de transmisión genética.

Es emocionante conocer como en la diferenciación de células primordiales, de pronto y por estímulos bioquímicos que ya se entienden mejor viene la especialización, creándose tejidos, órganos y sistemas, formándose hombre o mujer, según el mensaje. De hecho, también se produce el descenso de testículos en el varón y la permanencia de los ovarios en el interior del cuerpo de la hembra; otros eventos embriológicos crean escroto para el macho, bolsas protectoras que, en la mujer, quedan sin cerrar completamente dando lugar a la formación de los labios mayores de genitales externos. ¡Maravilloso!

Es de justicia decir que en cuestiones de identidad de género, la clínica en sexología moderna reconoce que hay diferentes tipos: hombre, mujer, homosexual, lesbiana y preferentemente homo o heterosexual; también que existen personas que se sienten atrapadas en un cuerpo sexado biológicamente, diferente a sus gustos y preferencias.

Desde luego que la clínica sexológica no acepta la inclusión de tales preferencias sexuales en el campo de la patología, aunque tampoco deja de reconocer que son tendencias que están fuera de la norma biológica y que requieren de estudio y atención - incluya tratamientos clínicos - diferentes a lo común; poco sabemos de las causas de tales impulsos, considerando que existen factores psicológicos y sociales.

Sobre la determinación biológica es clara la postura científica: solo hay marcaje XX para la mujer y XY del hombre, aunque a últimas fechas han aparecido sospechas de la existencia de mensajes genéticos que pudieran influir en la vida de sexual y sobre las preferencias y/o comportamientos de tales sujetos.

Recuerde que la homosexualidad también se clasifica en verdadera, idiatoria o de conveniencia, tema de otro Diálogo.

Lo que ahora nos ocupa es un nuevo personaje en el estudio y atención de la sexología humana, aparecido con el apoyo de la ciencia y su hija la técnica: el transexual que cambia su identidad de género, quien solicita procedimientos médicos especializados que incluyen una primera fase de atención e identificación psicológica, otra hormonal y finalmente la quirúrgica, proceso que una vez realizado no permite retorno; aún no hay transformación vislumbrada para lo genético y tampoco para atender las aspiraciones naturales de prolongar la especie a través de la transmisión de los propios genes: tener hijos biológicos.

En el campo médico poco sabemos de los resultados transexuales finales; es muy corto el tiempo que se ha tenido para estudiar clínicamente, sin limitantes culturales, a tales personas. De hecho, algunos transgéneros han solicitado a las autoridades de salud que se cree un área especializada para atenderlos; ellos requieren de evaluaciones endocrinológicas y apoyo psicosocial constante.

Las posturas de la sociedad son contrastantes: la religión repudia, con su influencia en la moral; en contrario, las nuevas tendencias de la política social aceptan la transexualidad y hasta la facilitan, promoviendo servicios legales, médicos y asistenciales.

El Diálogo viene a colación ante la noticia difundida en pasado 23 de febrero del 2019:

"Entregan primeras actas de cambio de identidad".

"Tras entrar en vigor la nueva Ley del Registro Civil en Coahuila, un total de 16 actas ratificadas en el nombre y género fueron entregadas a integrantes de la comunidad LGBT, con lo cual Coahuila se convirtió en el cuarto estado donde se permite el cambio de identidad".

"Fue en las instalaciones del Registro Civil, donde se realizó la entrega formal, no obstante, aún restarán 15 actas más que se darán el próximo lunes".

"Dentro de la Ley de la Familia en su artículo 133, se contempla este cambio, por lo se entregaron las 16 actas a personas trans que decidieron modificar sus nombre y género a través de las actas de nacimiento".

Para el ejercicio de la propia sexualidad, la clínica pone dos condiciones ineludibles: respeto a mí mismo y respeto a los demás y con esto se abre a discusión el tema sobre la conveniencia y pertinencia social, cuando hay fuerte oposición a tales pronunciamientos legales y temores sobre posibles consecuencias.

Desde luego que la ciencia no tiene moral, pero sí sus consecuencias, aplicando las técnicas médico quirúrgicas; exigen el aseguramiento del bien común, aunque en ética existan expertos que solo orienten sus reflexiones por el camino de lo legal.

Le pido reflexione sobre la premisa que le estoy proponiendo en el párrafo anterior, para que luego, con el criterio propio, defina sus actitudes y acciones ante esos casos que, en cualquier circunstancia, deberán incluir nuestro respeto a las personas. ¿Qué piensa?

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