Lerdo

Cuaresma

El pipián de la familia Garza

Juan Pablo Garza continúa la tradición que iniciaron hace 100 años sus bisabuelos

Ayer por la mañana ya se habían vaciado prácticamente las tres cazuelas que llevaba preparadas. (FABIOLA P. CANEDO)

Ayer por la mañana ya se habían vaciado prácticamente las tres cazuelas que llevaba preparadas. (FABIOLA P. CANEDO)

FABIOLA P. CANEDO

Si usted cree que la Cuaresma no es una temporada de delicias gastronómicas es porque no ha probado el pipián de la familia Garza, en el mercado Donato Guerra, de Lerdo, que tiene más de 100 años elaborándolo. Juan Pablo, quien desde 1968 mantiene la tradición, dice que el secreto es que se atiende a la clientela con el servicio y calidad que merecen.

Juan Pablo Garza es chef y desde hace 51 años atiende el puesto en el mercado de Lerdo. Sus bisabuelos, Teodoro Garza y Manuel Urquizo, fueron los fundadores de este centro de abastos y desde entonces comenzó la tradición con la comida de Cuaresma, que se encargaron de continuar su abuelo, luego sus padres, y hoy es el orgulloso heredero de la sazón familiar.

"Atendemos a la gente con la calidad y servicio que se merecen, ellos son los que nos dan la preferencia, de comprar nuestros productos", explica. Un cliente interrumpe la entrevista y asegura que el pipián que vende esta familia es "el más delicioso de toda la República Mexicana".

El trato amable de Juan Pablo roba una sonrisa a la clientela que se acerca a comprar, las cazuelas que preparó en la madrugada están por terminarse, por lo que dice que pronto tendrá que correr a cocinar más, apenas son las 10 de la mañana pero su puesto abre junto con el mercado, a las 6 de la mañana, y desde entonces empieza a vender los alimentos de Cuaresma, hasta las 8 de la noche.

En el puesto se venden piñatas, pero en una mesita externa, hay pipián, nopalitos en escabeche, capirotada y torrejas. Los clientes dicen que incluso vienen restaurantes a comprar aquí para luego ofrecer el producto en sus establecimientos.

"Mucha gente vende pero aquí tenemos el favor de la gente, su preferencia, nosotros tratamos de meter siempre materia prima de primera calidad, higiene, la atención al cliente y, sobre todo, la ricura del producto", comenta.

Desde niño, Juan Pablo tenía que apoyar a sus padres en la cocina, ya sea limpiando la semilla o en otras actividades de acuerdo a su edad, por lo que fue despertando en él un gusto por la gastronomía.

"La Cuaresma es muy especial, es un ritual católico que finalmente lo llevamos a la mesa todos los cristianos, mexicanos, que sabemos del buen comer, la buena dieta mexicana, y llevamos el delicioso pipián con los nopalitos a la hora de la comida, con la rica capirotada, las torrejas con su miel, consumimos todo lo que se produce aquí en Lerdo y tenemos el grato sabor de México", dice.

"Hay que saber tener sazón, olor, color, sabor", comenta, "al cuerpo hay que darle lo que se merece, es un templo sagrado y hay que saber nutrirlo con semillas naturales, verduras, frutas, legumbres, la Cuaresma también es una temporada deliciosa pero hay gente que no sabe comer, que consume frituras cuando hay comida deliciosa en esta temporada que complementan su alimentación".

Para Juan Pablo, el sabor es esencial, pero también la higiene y la calidad. Su objetivo al cocinar es deleitar el paladar de los clientes y se siente muy agradecido de que su producto esté en boga durante los 40 días que dura esta temporada.

"Son siete semanas en las cuáles tenemos a la venta diariamente el pipián, pero a veces nos agarra la gente de que vienen y se llevan, se llevan, gente que viene de la Unión Americana y se lleva bastante para pasar allá la Cuaresma, de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo vienen, hay incluso quienes 'abusan' y almuerzan, comen y cenan pipián, por ejemplo, o se avientan todos los días", explica.

Los clientes describen a Juan Pablo como una persona sencilla y con un gran espíritu de servicio. En esta temporada, el chef pide a la ciudadanía mayor unión y que no se pierda la calidad humana, para que exista más amor en el mundo. Él se describe a sí mismo como un enamorado de Lerdo y considera que "Lerdo también me ama a mí".

100

AÑOS

o más, tiene la familia Garza preparando la comida de Cuaresma en Lerdo.

Juan Pablo Garza es el encargado de continuar la tradición familiar del pipián y la comida de Cuaresma en el mercado Donato Guerra. (FABIOLA P. CANEDO)
Juan Pablo Garza es el encargado de continuar la tradición familiar del pipián y la comida de Cuaresma en el mercado Donato Guerra. (FABIOLA P. CANEDO)

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