Pese al frío, migrantes permanecen en el puente Reynosa-Hidalgo en espera de ser recibidos por autoridades de EUA. (EL UNIVERSAL)
A sus seis años, Sarita no entiende por qué debe pasar frío y hambre, tampoco por qué no tiene una cama para dormir. Pasó la noche abrazada a su madre, bajo una cobija que les regalaron, y cubriéndose de la lluvia con una lona azul.
Desde la noche del domingo, esta pequeña hondureña padece por el mal clima en el puente Reynosa-Hidalgo, mientras ella y su madre esperan ser recibidas por autoridades migratorias de Estados Unidos.
Las bajas temperaturas llegaron con la semana. Por la mañana, Reynosa registraba una temperatura de 38 grados, que fue descendiendo con la entrada del Frente Frío 41.
NOCHES CRÍTICAS PARA MIGRANTES
Por la noche, las condiciones se tornaron críticas, por lo que más de 50 migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala y Cuba colocaron lonas a fin de crear un refugio provisional. Fue insuficiente, por la madrugada el mercurio marcó los dos grados.
"No nos vamos". El mal clima ocasionó que algunos pequeños se enfermaran, presentando cuadros de calentura o gripe. Pese a ello, sus padres se mantienen firmes: continuarán en este cruce internacional.
"No podemos irnos, vamos en la fila, y si nos movemos no nos van a recibir en Estados Unidos. Queremos conseguir la visa humanitaria o asilo político", comenta Hilda, madre de Sarita.
A este grupo tampoco se le ha podido convencer de acudir a alguna de las casas para migrantes en esta frontera, donde tendrán un techo.
"Dejan entrar a grupos de 10 o 15 [a EUA]. Si todo sigue así, entraríamos en el siguiente (…). Esperamos que se compadezcan de nosotros, sobre todo sí traemos niños", dice Hilda.«
UNA LARGA ESPERA
Hasta ahora, las autoridades de EUA esperan entre seis y ocho días para permitir el paso a un nuevo grupo de migrantes.
Ante esa situación, hombres, mujeres y niños han recibido comida, ropa, revisión médica y cobijas por parte de organismos civiles, ciudadanos y el Sistema DIF de Reynosa.