Milton Caraglio, del Cruz Azul, en festejo después de anotar el primer gol.
Édgar Méndez necesitó un fuerte regaño de Pablo Aguilar para despertar. El español estaba perdido antes de la llamada de atención de su compañero y se desquitó con el gol de la victoria para el Cruz Azul.
La Máquina venció 2-1 al Necaxa, el primer triunfo desde el 26 de enero y que relajó la tensión de la semana pasada. Por tercer partido en fila del Clausura 2019, el Estadio Azteca lució vacío y callado. Con todo y la victoria, el Cruz Azul todavía no genera su mejor futbol y, mucho menos, esa unión que presumía en redes sociales.
Al término del primer tiempo, Aguilar se le fue con todo al español, quien desperdició diversas jugadas en 45 minutos. Al guaraní se le acabó la paciencia y encaró al volante. Si no fuera por el capitán cementero, Jesús Corona, pudo haber llegado a mayor gravedad el conflicto. Sin embargo, esa enfrentamiento entre compañeros sirvió para agilizar a un conjunto cementero que tuvo siete minutos buenos, en los cuales pudo vencer a un pasivo Necaxa. Los Rayos tuvieron la ventaja durante 50 minutos, mas no lograron liquidar a unos celestes perdidos durante la primera mitad.
Todavía había gente en las inmediaciones del estadio cuando el Necaxa marcó el primer tanto del cotejo. La Máquina perdió el esférico en la salida y terminó en los pies del hombre más peligroso del momento, Brian Fernández.
A pesar de que el argentino no pudo llevarse a los defensas cementeros, tras un par de rebotes y un buen pase de Martín Barragán, la bola le cayó al pie izquierdo para liquidar a Jesús Corona. Era el minuto 6 y los Rayos ya lo ganaban. Pedro Caixinha, atónito en el área técnica. La Máquina reajustó para la segunda mitad. Pedro Caixinha modificó su 4-4-2 a 4-3-3, con el ingreso de Yoshimar Yotún por un desubicado Jonathan Rodríguez, y presionó al Necaxa hasta encontrar el empate.
Milton Caraglio remató al fondo de las redes de Hugo González un buen centro de Roberto Alvarado (59'). Seis minutos después, el regañado Méndez aprovechó un error en la defensa de los Rayos para el segundo de gol cementero. Los inocentes Rayos tendrán una oportunidad de revancha en el Estadio Azteca, ya que regresan el martes para medirse al América, en el duelo pendiente de la Jornada 1.
