En medio de las confrontaciones, discrepancias y desaires entre el gobierno federal y el sector privado mexicano, por fin se dio un acercamiento que podría modificar paulatinamente el clima de desconfianza y desaliento que hoy en día viven los empresarios.
Fue el nuevo dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, quien dejó a un lado el malestar de la iniciativa privada en contra del presidente López Obrador para tender la mano en la búsqueda de la transformación de México.
Lo cortés no quita lo valiente o mejor dicho una de cal por las que van de arena.
El líder regiomontano, quien laboró durante 45 años en el poderoso Grupo Femsa (Fomento Económico Mexicano), le pidió cara a cara a López Obrador incrementar la inversión pública junto a la privada para terminar con la pobreza extrema en los próximos seis años.
Expresó el nuevo presidente de la CCE: "Señor Presidente, hagamos de la inversión una obsesión para que el país pueda crecer 4 por ciento".
Carlos Salazar fue todavía más claro al ofrecer el apoyo del sector empresarial al gobierno de AMLO, a pesar de los encontronazos, porque dijo "la desunión en la historia ha traído consecuencias nefastas".
López Obrador ni tardo ni perezoso le tomó la palabra a las dos propuestas de Salazar Lomelín: aumentar la inversión y terminar con la pobreza en el sexenio.
AMLO lanzó un reto adicional a los empresarios: "hagamos el compromiso de acabar con la corrupción", luego de calificar al líder del CCE como un hombre honesto e íntegro.
En algunos sectores el diálogo de Salazar Lomelín con López Obrador no gustó del todo. Debido a que el CCE es el organismo cúpula de las organizaciones empresariales, esperaban un cuestionamiento más asertivo de las pifias del nuevo gobierno como la cancelación del aeropuerto de Texcoco, entre muchas otras.
No obstante el líder empresarial optó por extender propuestas conciliatorias al presidente mexicano, seguramente con el ánimo de establecer un diálogo y dejar atrás la hostilidad y frialdad entre el sector privado y el oficial.
Salazar Lomelín fue director general de FEMSA, grupo fundado por la familia Garza Sada y que en 1974 pasó a manos de la familia Garza Lagüera. Dirigió antes varias de sus filiales: la cervecería, las embotelladoras y la cadena comercial Oxxo. Ha sido también consultor del Gobierno de Nuevo León y presidente del Consejo de las Escuelas de Negocios del Tec de Monterrey.
Pronto sabremos si López Obrador aceptará en serio las propuestas del sector privado para dar inicio a un periodo de distensión y diálogo o por el contrario seguirán los ataques y descalificaciones contra proyectos y grupos empresariales por razones ideológicos de un presidente que en ocasiones parece retroceder a los años 70 y 80.
Gobierno y sector privado necesitan hoy más que nunca trabajar de manera coordinada. Los indicadores económicos de México no pintan nada bien y podrían empeorar si no existe unidad y consenso en el manejo de las finanzas y la economía nacional.
Noticias, noticias…
Seguimos sin entender porque el presidente norteamericano Donald Trump dedica tanto tiempo y esfuerzo a mejorar su relación con el dirigente supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, al tiempo que se confronta de manera frecuente con sus aliados de Canadá, Europa e incluso de México… Por cierto, a poco más de un año de arrancar la carrera presidencial en el vecino país, todavía no se perfila un político demócrata con el carisma y talento suficientes para llegar a la Casa Blanca lo que facilitará la reelección del magnate neoyorquino… Resulta que el reencuentro AMLO-empresarios inició desde el pasado lunes con una comida en Palacio Nacional y se reforzó durante el cambio de mando del CCE. Sin duda una buena semana para las relaciones entre los sectores público y privado.
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