La afición del América espera poder llegar hasta la final en el torneo copero. (Jam Media)
Desde que se instauró el nuevo formato de la Copa MX, en el Apertura 2012, el América no ha podido conquistarla y, aunque se trata de un torneo que "estorba", como lo dijo Miguel Herrera, ha causado más problemas que satisfacciones en el cuadro azulcrema, como el del año anterior.
El 25 de septiembre, las Águilas fueron eliminadas en los octavos de final por los Bravos del FC Juárez en tanda de penaltis. Un equipo del Ascenso MX dejó en ridículo al que a la postre se convertiría en el monarca del futbol mexicano.
Hoy, vuelven a tener en su casa la oportunidad de acceder a la siguiente ronda, cuando reciban al Pachuca, en la fase de los mejores 16. Aunque "estorbe", la obligación es llevarla a las vitrinas.
Vencer por goleada a los Lobos BUAP, el sábado en el Coloso de Santa Úrsula, no sólo significó tres puntos para el América. Después de dos derrotas consecutivas en el Clausura 2019, recuperó un poco de lo que había perdido contra el León y los Pumas: la confianza.
"Era importante ganar después de dos resultados malos que tuvimos. Recuperamos la confianza y eso era importante para lo que viene. Ahora, hay que seguir escalando posiciones en la tabla y buscar avanzar en la Copa", declaró el refuerzo Nicolás Benedetti.
Ante los poblanos, el volante colombiano disputó su primer partido como titular; jugó 71 minutos y aunque todavía le falta adaptarse a la altitud de la Ciudad de México, mostró otro ritmo de juego. "Físicamente me sentí bien y futbolísticamente se dieron cosas muy buenas", dijo.
