Cataluña sufre represión
El 12 de febrero ha comenzado el juicio a nuestros dirigentes políticos catalanes. Se les acusa de rebelión (delito que implica lucha armada o violenta) y sedición (alzamiento multitudinario por la fuerza o fuera de la legalidad).
El 1 de octubre de 2017, más de dos millones de personas fuimos a votar en un referéndum para nuestra independencia. Cataluña ahora forma parte de España, pero es una nación con más de mil años de historia, con cultura, idioma y forma de ser propias, muy diferentes de las de España.
Los catalanes siempre hemos sufrido muchas limitaciones de parte de España en relación a políticas sociales, económicas, culturales, de gestión de los impuestos...
Después de la Guerra Civil española, durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), los catalanes sufrimos una gran represión. Y hoy, 40 años después de muerte de Franco, su espíritu aún es vigente en los partidos de derechas, que van disfrazados de demócratas, pero gobiernan como si fuera entonces.
El Gobierno español dejó claro que no permitiría que los ciudadanos catalanes votáramos y, unos días antes del referéndum, desplegó toda una maniobra represiva, efectuando registros en diferentes instituciones y deteniendo a altos cargos del gobierno regional catalán. Y, el día del referéndum, intentaron impedir por la fuerza las votaciones, a pesar de que se estaban realizando de forma pacífica.
El resultado fue del 90% por el ‘sí’ a la independencia. Pero fue un día triste porque 1.060 personas resultaron heridas por la policía española y porque 16 políticos catalanes se encuentran encarcelados y exiliados. Sabemos que este juicio no será justo porqué la sentencia ya está decidida antes de empezar. El pueblo catalán necesita ser escuchado.
Lola Salmerón
Madrid, España
La cerrazón del miedo
Seguramente es una tendencia ya antigua, habría que buscar en la historia, pero en los últimos decenios se han dado casos, especialmente en Estados Unidos, de personas que se encierran en un ambiente minoritario para protegerse de influencias malignas. Ante ambientes depravados, ante la inmoralidad ambiental, hay que protegerse cuidando que no entre la influencia de los medios de comunicación, y que no haya contacto apenas con personas extrañas.
Recientemente ha estado en pantalla en España una película sobre San Pablo. Ha gustado a mucha gente, me da la impresión de que a la mayoría de los espectadores. Pero a mí me llamó la atención un aspecto que aparece en ese relato y que distorsiona gravemente la historia: los primeros cristianos de Roma aparecen todos juntos escondidos en un lugar de la ciudad que pueden ser unas ruinas o un edificio grande antiguo. Eso es grave para la percepción de lo que es el cristianismo. Los cristianos estamos en el mundo para influir en el ambiente, para dar a conocer, con nuestro modo de vivir y con la palabra, la doctrina de Jesucristo. Nada más lejano de la realidad que estar escondidos para que no nos hagan daño.
Enric Barrull Casals
Barcelona, España
