La Diócesis de Gómez Palacio sigue en espera de la designación de un nuevo obispo por parte del Papa Francisco. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La Diócesis de Gómez Palacio se encuentra todavía como sede vacante, tras el fallecimiento de su segundo obispo, monseñor José Fortunato Álvarez Valdez, el pasado mes de noviembre de 2018.
Luego de este acontecimiento, fue nombrado como administrador diocesano por la Arquidiócesis de Durango, el vicario general de la Diócesis de Gómez Palacio, Julio Carrillo Gaucín, quien hasta el momento permanece a cargo.
La espera continúa para conocer al sucesor de José Fortunato, ya que no hay fecha determinada ni estimada para la designación de un nuevo obispo, misma que tendrá que ser realizada directamente por el Papa Francisco desde el Vaticano.
Al respecto, Carrillo Gaucín informó que este proceso todavía sigue su curso y que ya la diócesis local contó con la visita del nuncio apostólico, Franco Coppola, quien se encarga de dar seguimiento al mismo, en la búsqueda del mejor pastor para la feligresía de esta diócesis.
"Seguimos en espera y el proceso va avanzando, pero no hay nada todavía, tuvimos ya la presencia del nuncio apostólico, quien se dedicó a escuchar a los sacerdotes y los laicos", comentó el administrador.
Las pláticas que este líder religioso sostuvo con las personas involucradas, fueron principalmente para escuchar sus opiniones y su sentir, sobre el perfil del nuevo obispo y las necesidades que existen en la Facultad de Gómez Palacio, que tiene apenas diez años de haber sido erigida.
Por otra parte, también se escuchó a todos los religiosos y religiosas de la región Lagunera de Durango que comprenden esta Iglesia, para buscar la mejor determinación.
