El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, evitó ayer pronunciarse sobre Pakistán durante su visita a la India, en medio de la escalada de tensión entre Islamabad y Nueva Delhi tras un atentado en Cachemira con 42 policías muertos, aunque se mostró preocupado por el terrorismo y ofreció su respaldo.
“El extremismo y el terrorismo son nuestras preocupaciones comunes”.