Trabajadores demandaron que se resuelva el conflicto laboral en la Casa de la Cultura Ernestina Gamboa, de esta ciudad. (EL SIGLO DE TORREÓN)
A pesar de que en días pasados, el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres aseguró que se resolvería el conflicto laboral en la Casa de la Cultura Ernestina Gamboa de Gómez Palacio, el problema continúa mientras se afecta a los usuarios y alumnos de talleres y cursos.
Trabajadores de confianza que no forman parte del paro laboral que llevan a cabo los sindicalizados, demandaron una solución inmediata, ya que llevan más de un mes sin atender sus responsabilidades, como consecuencia de este movimiento que le llaman "de brazos caídos".
Según indicaron, no solamente los usuarios han resultado afectados por la inactividad en el recinto cultural, sino que también ellos porque deben acudir y presentarse a su centro de trabajo, pero no pueden desempeñar ninguna actividad, ya que los sindicalizados cierran las puertas y no permiten el acceso.
Consideraron que la situación ya es insostenible, por lo que demandaron la intervención de la directora del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), Socorro Soto Alanís quien desde que inició el conflicto y hasta ahora, no ha acudido a la Casa de la Cultura para conciliar entre las partes y buscar una solución definitiva.
Desde el lunes siete de enero, un grupo de 24 trabajadores sindicalizados inició el paro "de brazos caídos", como medida de presión para obtener respuesta a sus demandas, entre las cuales destaca un aumento salarial del 16 por ciento; mejoramiento de las condiciones de trabajo, entre otras.
Piden también el reconocimiento de las autoridades a esta nueva figura sindical, la que aseguran, ya se integró debidamente ante el Tribunal Laboral Burocrático.
Sin embargo, para las autoridades estatales ya existe el Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Tres Poderes del Estado de Durango, el cual agrupa a quienes laboran en las dependencias de gobierno y por lo tanto, no se debería contar con una nueva organización.
Entre tanto, más de 150 alumnos que acuden a los talleres que se imparten en la Casa de la Cultura han dejado de asistir desde entonces.