Stuka Junior, 'el misil humano'

Retomando nuestro Jueves Sensacional de Lucha Libre, repasamos la carrera de un gladiador lagunero que vive su mejor momento, estelar en el pancracio nacional y convertido en ídolo por sus temerarios vuelos, desafiando a la gravedad y castigando a sus enemigos, se trata de Stuka Junior, un auténtico "Misil Humano".

DESDE LA CUNA

Anteriormente, en este mismo espacio periodístico, reseñamos la trayectoria de Stuka, Joel García, quien ha sido la gran influencia de Stuka Junior en el fantástico mundo de la lucha libre, ya que es su hermano mayor y quien prácticamente lo encaminó en el deporte profesional. Stuka Junior nació hace 38 años en Gómez Palacio, respirando lucha libre cada día, pues su hogar familiar estaba ubicado frente al gimnasio El Ranchero, en la Zona Centro de esa ciudad, cuna de numerosos luchadores que hoy brillan en el pancracio nacional.

Cuenta Stuka Junior que "mis hermanos son los luchadores Stuka, Oso Negro (falleció cuando Stuka Junior tenía 3 años de edad) y Dandy García, mi papá era el Oso García, así que en mi casa me empezó el gusto por la lucha libre. Mis vecinos eran los Andrade (Gemas del ring) y su papá, el señor Moro I, tenía su ring en el gimnasio, así que me juntaba con todos ellos y me subía a jugar a las luchitas, ahí me la vivía y aparte acompañaba a mis hermanos a sus funciones, a la plaza de toros, al auditorio municipal, a la Arena Olímpico, hasta que yo iba en segundo de secundaria y empecé a entrenar de manera más seria".

Fueron varias escuelas de lucha libre, las que probó Stuka Junior, hasta sentirse plenamente preparado para hacer su debut profesional, preparación que se extendió hasta la Ciudad de México: "empecé a aprender llaves con el Moro I, el papá de los Andrade, luego mis hermanos Stuka y Dandy García fueron mis maestros, después brinqué a la Arena Olímpico para entrenar con Tony Rodríguez y de ahí nos fuimos al auditorio municipal con el señor Cisneros, aparte estuve unas tres semanas con el señor Gran Markus, prácticamente ellos fueron mis maestros en La Laguna, luego en México aprendí mucho con El Satánico y Franco Colombo, así como con el Último Guerrero", señala.

FIEL A SU PERSONAJE

Muchos luchadores experimentan con diversos personajes y nombres de batalla, hasta encontrar uno que les sea completamente satisfactorio, caso contrario a Stuka Junior, quien ha conservado el mismo personaje, desde el día de su debut, por circunstancias particulares: "yo iba a debutar en la Arena Olímpico con otro nombre, pero no quería que mi hermano Stuka I se diera cuenta, entonces les agarré a mis hermanos unas mallas y máscaras que ya no usaban, me fui a la arena, pero no se cómo se dio cuenta mi hermano y llegó a la Arena Olímpico, me puso sus mallas y su máscara, me dijo "tú vas a ser Stuka Junior" y a partir de la fecha, no he cambiado mi nombre", recuerda.

Luego de escalar hasta la lucha estelar en las funciones de La Laguna, comenzó a actuar en otras ciudades y ahí llegó la conexión que lo proyectaría hacia "la Catedral de la lucha libre", la Arena México: "mi hermano Stuka me llevó a luchar a Monterrey para agarrar fogueo, ahí me acomodó "el Puma" Jerry Estrada en la arena Coliseo, después nos fuimos con el señor Elizondo a la Monumental, luego a la arena Solidaridad y empezamos a salir a Nuevo Laredo, donde luchábamos con estrellas de la Triple A y del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL). En una ocasión me tocó trabajar con luchadores del consejo y me vio El Satánico (Daniel López), me preguntó por qué no me daba a mí mismo la oportunidad de probar suerte en la Ciudad de México, yo le contesté que él era el profesor, así que él debía darme la oportunidad, pero simplemente me dijo "el que tiene que decidir eres tú y si te decides, allá te espero", luego Último Guerrero le recordó de mi caso y él fue a mi casa para decirme que ya me querían en México, agarré maletas y viajé sin pensarle", rememora.

Hace catorce años, Stuka Junior radica en la Ciudad de México y cada día ha sido un desafío para poder llegar a estar en la lucha estelar: "para llegar a esos niveles hay que batallar, entrenar y tener mucha dedicación, tener claro que quieres llegar a esos niveles, porque en el consejo no te regalan nada, hay que ganarse un lugar y eso no se logra con el puro nombre; pero luchar en la Arena México es una gran responsabilidad, el público es conocedor y exigente, yo siempre que estoy programado ahí, tengo nervios, pero es lo mejor que te puede pasar", señaló.

VOLARÁ MÁS ALTO

Su calidad ha permitido a Stuka Junior viajar a distintas latitudes para representar a México y a la Comarca Lagunera, al tiempo que es gustoso de compartir con sus paisanos, compañeros de profesión: "he luchado en Japón con la empresa New Japan, en Estados Unidos con Ring Of Honor, además de que hicimos el CMLL una gira por España, Bélgica, Suiza, Francia, Alemania, Brasil, siempre representando al CMLL y a la escuela de lucha libre lagunera. Con los compañeros laguneros en el consejo, me llevo muy bien, a veces pasamos tiempo sin vernos, por el trabajo, pero cuando podemos vamos a comer juntos, abajo del ring nos llevamos bien, pero ya cuando nos toca enfrentarnos, es totalmente diferente", sentenció.

Actualmente, Stuka Junior sostiene una álgida rivalidad con El Hechicero y sorprende a los aficionados con su "Plancha de Torpedo", ha sido campeón de parejas y de tríos, pero sabe que aún hay mucho espacio para extender sus alas y volar más alto: "quiero que al pasar los años, yo pueda quedarme en la mente de los aficionados laguneros, mexicanos y de todo el mundo, ser una de esas estrellas que sean recordadas, que la gente diga "me acuerdo de Stuka Junior", como dice "me acuerdo de El Santo o Mil Máscaras"; ser un luchador que deje huella".