(EL UNIVERSAL)
La pugna por el desarrollo de vehículos que no generen emisiones es cada vez más intensa. Los fabricantes de autos a nivel global han realizado (y seguirán haciendo) un nivel de inversión sin precedentes para desarrollar y adquirir baterías de automóviles eléctricos en un período de cinco a 10 años.
De acuerdo con información publicada por parte de las compañías, los planes de los fabricantes de autos es de, por lo menos, 300 mil millones de dólares a nivel global.
Este nivel de gasto se ha acelerado tanto por preocupaciones ambientales como por políticas gubernamentales de países como China, quienes representan el mercado automotriz más importante del mundo.
En este sentido, es importante señalar que gran parte del presupuesto de adquisiciones y desarrollo de vehículos eléctricos planificado por la industria global se dirigirá a China, donde se promueve en gran medida la producción y venta de vehículos a través de un sistema de cuotas, créditos e incentivos exigidos por el mismo gobierno.
Como resultado, el gasto en vehículos eléctricos de los principales fabricantes de automóviles chinos, desde SAIC hasta Great Wall Motors, podría ser igualado o incluso superado por los socios de empresas conjuntas multinacionales como Volkswagen, General Motors y Daimler en dicho país.
El gasto de las armadoras automotrices en investigación y desarrollo, ingeniería, herramientas de producción y adquisición será mayor en un lapso de 10 a 20 años por parte de todas (y nuevas) compañías que comercializan autos en el mundo.
Como referente al nivel de inversión que compañías como Volkswagen están realizando para la construcción de vehículos eléctricos, podemos señalar que este monto es superior a la economía completa de países como Chile o Egipto.
Por esa razón, hemos preparado un gráfico que señala cuáles son las compañías automotrices que más dinero están invirtiendo en la carrera hacia la electrificación global.
Además, en algunos casos señalamos cómo es que estas marcas están dirigiendo su inversión y en qué proporción se está dirigiendo el dinero al mercado de China.
Es preciso decir que en esta muestra no se incluye el gasto realizado de parte de proveedores, compañías de tecnología y corporaciones en otras industrias, desde energía hasta electrónica y telecomunicaciones que participan en este proceso.
