Les dicen los muchachos del verano, y da la impresión que se la pasaron como osos Grizzlies invernando, nadie sabe nada de ellos en el invierno, "La gente me pregunta qué hago en el invierno cuando no hay béisbol. Te diré lo que hago. Miro por la ventana y espero la primavera" Rogers Hornsby. Hasta que la nieve se derrite y una vez más como cada año el ritual de la apertura de los campamentos de primavera cumple la sentencia que escuchaba en su sub consciente Ray Kinsella (Kevin Costner) en la magnífica película "Field of Dreams","If you build it, he will come", "Si lo construyes ellos vendrán." Y si, en la verde Florida como en el desértico Arizona, las organizaciones que integran las Grandes Ligas construyeron complejos deportivos donde albergan pequeños y hermosos parques de pelota para que a ellos lleguen, los muchachos del verano e inicien el rito de la pre temporada. El crack del bat haciendo contacto con la bola, los gritos de los peloteros y sobre todo las sonrisas y risas dignas de un niño que por fin regresa a su juego favorito, millonarios divirtiéndose como kids jugando en su cuadra ante la mirada amenazante de la señora gruñona a la cual ya le han roto varias ventanas.
El béisbol está de regreso y eso significa que a nuestras vidas al menos hasta noviembre aligerará el peso a nuestras responsabilidades, siempre será mejor enfrentar este mundo cruel sabiendo que ese día y mañana también, hay béisbol. No es un juego accesible para todos, decía Leo Durocher: "El béisbol es como la iglesia. Muchos asisten, pocos le entienden."
Partidos que rondan las tres horas de duración y además cada equipo juega 162 en el año, ¿Qué deporte puede resistir con donaire semejante actividad? Sólo el beis. Es un deporte sobreviviente, una tradición de abolengo, un deporte para intelectuales y no me refiero estrictamente a poetas, pintores, científicos o escritores, si no a los que les gusta ejercitar su inteligencia poniéndose en los spikes de un manager y anticipar los movimientos del rival. El beis te permite pensar, hay tiempo para ello. En el béisbol el tiempo no es tu enemigo, tu juegas con él, en el beis lo primero que hay que hacer es arrojar los cronómetros y relojes a la basura y dejarse llevar por el juego ya caerá el out 27 cuando tenga que caer." El béisbol es un juego diseñado para ser saboreado, no para atragantarse con él. Tienes tiempo de discutir entre cada lanzamiento y entre innings" Bill Veeck.
Todo aquel que necesite diversión de calidad, sin importar clases sociales ni lo grueso de sus carteras puede acercarse al juego de pelota.
En este caos en el que vivimos, refugiarse en los brazos del béisbol es lo aconsejable, bien lo dijo Bill Veeck: "El béisbol es casi la única cosa ordenada en un mundo desordenado. Si tienes tres strikes, ni siquiera el mejor abogado puede sacarte de este lio"
Tanto en nuestra región con el rescate de nuestros Algodoneros del Unión Laguna, podremos pasar unas veladas deliciosas a un lado del bosque y al igual que nuestros antepasados disfrutar de los triunfos y las derrotas de la legendaria franela guinda. Así como por la tele seguir a los fantásticos súper hombres de Las Grandes Ligas hacer jugadas que nos dejan con la boca abierta y mirándonos unos a otros "¿Cómo demonios sacó ese out?".
El béisbol vuelve como volverá cada año y los atletas se entregarán como cada año en todos los diamantes para ofrecernos su esfuerzo más allá de lo imaginable, se estrellarán contra las bardas, se barrerán de cabeza en primera base, ingresarán a la tercera fila de asientos por primera o por tercera buscando atrapar la pelota en un fly foul, como toreros caros sin voltearse a ver la ropa. ¿Qué tanto aprecian los peloteros ser protagonistas en este hermosos juego? Dejemos que el grandioso Pete Rose lo resuma:
"Caminaría a través del infierno con un traje hecho de gasolina para jugar béisbol".
