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MÉXICO, D.F.- Yolanda Montes "Tongolele", "la bailarina que sonríe con las caderas", que en un principio fue criticada por la Liga de la Decencia porque enseñaba el ombligo y que no obstante ello sigue mostrándolo, celebró el viernes su cumpleaños número 71.
Yolanda Ivonne Montes Farrington, como se llama en realidad, nació en Spokane, Washington, Estados Unidos, el 3 de enero de 1932, y a ella tocó ser la mujer que con una danza marcara el nacimiento de las bailarinas exóticas en México, en una etapa en que la Liga de la Decencia protestaba por el más mínimo síntoma de erotismo.
"Tongolele" desde muy niña descubrió su pasión por la danza y en su juventud, al buscar su destino y guiada por sus "ángeles protectores", hizo realidad su sueño en la "tierra prometida": México.
Antes, había trabajado en el Ballet Internacional de San Francisco, California, así como en un teatro y en un cabaret, donde participó en una revista thaitiana.
Yolanda Montes eligió de una larga lista su nombre artístico, mitad africano y mitad thaitiano: "Tongolele". A pesar de que han habido muchas versiones sobre el origen del mismo, lo cierto es que fue ella misma quien lo creó.
A los 15 años de edad, "Tongolele" llegó a México y conmocionó a los mexicanos; de ahí que su entrada al medio del espectáculo nacional fuera todo un suceso y alborotara no sólo al público, sino también pusiera a temblar a la Liga de la Decencia y a las autoridades eclesiásticas.
En 1947, cuando llegó, las estrellas del cine nacional eran Dolores del Río, Miroslava, María Félix, Susana Guízar, Charito Granados, María Elena Márquez, Emilia Guiú, Blanca Estela Pavón, Libertad Lamarque, Katy Jurado y Mapy Cortés.
Ese año aspiraban al estrellato como intérpretes musicales (rumbas y otros ritmos) Meche Barba, Ninón Sevilla, María Antonieta Pons y Mapy Cortés.
"La reina de las danzas thaitianas", como la bautizó el periodista mexicano Carlos Estrada Lang, cada noche congregaba a un amplio público masculino que adoraba su bella silueta y movimientos felinos que marcaron una época en el México de ese entonces, que empezaba a disfrutar la vida nocturna, la cual fue interrumpida en parte por la Segunda Guerra Mundial (1939-45).
En 1947 rodó en México su primera película titulada Nocturno de Amor, dirigida por Emilio Gómez Muriel. En ella trabajaron también Miroslava Stern, Víctor Junco e Hilda Sour.
En 1948 filmó Han Matado a Tongolele, y tuvo participaciones musicales en El Rey del Barrio (1949), Mátenme Porque me Muero y Chucho el Remendado (1951); en 1952 participó en Sí... mi Vida.
Para 1981 tuvo intervención musical en Las Fabulosas del Reventón y participó en Las Noches del Blanquita, y en 1982 filmó Las Fabulosas del Reventón 2.
En 1956, en Nueva York, contrajo matrimonio con el cubano Joaquín González, quien la acompañó hasta su muerte y fue conocido como El Mago del Tambor, por la forma tan magistral como tocaba la tumbadora y otros instrumentos de percusión.
"Tongolele", a quien caracteriza un mechón de cabello blanco en la cabeza, ha dicho en reiteradas ocasiones que aún no ha pensado en colgar el bikini ni en dejar lo que ha sido su vida: el baile, por lo que aún hay artista para rato.
"Te retiras cuando el público no te quiere, cuando no te llaman para trabajar; el día que no me llamen para nada estaré, pero durante estos años me han seguido hablando para diversas actividades", destacó.
También ha comentado: "sigo vigente, bailo todos los días y continúo aprendiendo y actualizando mis rutinas, nunca he dejado de bailar, lo hago a diario y les doy clases a mis amigas, porque me hacen trabajar más y estar al día en las nuevas canciones, bailo de todo, soy muy versátil".
El periodista Enrique Rosado ha señalado que "Tongolele, figura artística sin parangón, fenómeno nunca imaginado, debe ser considerada como la aparición de un mito largamente esperado; al igual que se califica los valiosos libros, este mito dejó de ser un best-seller para convertirse en un long-seller".
Al respecto, el ensayista Carlos Monsiváis escribió en una ocasión que Montes "resulta un fenómeno de los años 40 y 50 porque rompe los esquemas de una sociedad moralina, donde existen muchos tabúes que ella abate con la Tongomanía".
De la misma forma en que era atacada por sus bailes e indumentaria, también recibía apoyos y defensa de personalidades, como el ya fallecido escritor y periodista Luis Spota, quien entonces fungía como jefe de la Oficina de Espectáculos de la Ciudad de México.
Spota, luego de asistir a una de sus audiciones, manifestó que no había visto nada censurable en su espectáculo y menos que ofendiera a la moral.
Por su parte, el escritor Iván Restrepo describió: "al lado de esa mujer que en muchos lugares el clero y las asociaciones más retardatarias prohibían ir a ver hasta en películas, se esconde (...) un ser de enorme sencillez".
Fue tal el impacto que causó "Tongolele" y tan firme el propósito de los productores de conseguir éxitos taquilleros, que su inclusión en los repartos obligó a los argumentistas a hacer "arreglos especiales" a sus historias.
En 1976, Joaquín, su esposo, presentó sus primeros problemas cardiacos, por lo que fue necesario colocarle un marcapasos, pero el 22 de diciembre de 1996 murió en la tranquilidad de su casa, acompañado de su inseparable esposa, por lo que su tambor, que durante años anduvo con él, quedó en silencio.
La artista a menudo recuerda que sus hijos (gemelos) Rubén y Ricardo nacieron el 15 de noviembre de 1950 y que al mes volvió a bailar, "no obstante que estaba medio gordita, pero sin barriga y sin nada, y a los tres meses me presenté en el Tropicana, de La Habana (Cuba), con mi cuerpo normal".
Con el correr de los años surgieron muchas bailarinas que quisieron imitarla, hacer el espectáculo que sólo ella dominaba y que llevó por América y Europa, pero nunca lo lograron.
A mediados de los años 60 grabó con la CBS un acetato titulado Tongolele Canta para Usted, el cual incluye 10 canciones, entre las que figuran Insaciable, No Llores, Sensación y Me Quiero Perder Contigo.
En 1984 incursionó en la telenovela La Pasión de Isabela, que constó de 220 capítulos de 30 minutos y donde trabajó al lado de Ana Martín, Héctor Bonilla, Beatriz Aguirre. Silvia Derbez, Claudio Brook, Claudio Obregón, Lilia Obregón y Manolo Fábregas, entre otros actores.
"Tongolele" ocupa su tiempo actual en otras dos actividades: la escultura y la pintura. Le gusta recrear imágenes africanas, especialmente; ha expuesto en tres ocasiones y, según ha dicho, vende "bien" sus cuadros.
Ha sido además inspiración de libros como Bellezas del Cine Mexicano/Beauties of Mexican Cinema, de Rogelio Agrasánchez; Rumberas, Exóticas y Bailarinas, de Edmundo Pérez Medina, y La Diosa Pantera Tongolele. Yo Nací Para Bailar, de varios autores.
Prepara un nuevo espectáculo
La bailarina Yolanda Montes, "Tongolele", prepara su nuevo espectáculo con el que pretende reconquistar el aplauso del público en una extensa gira por México, Estados Unidos y algunos países de Centroamérica.
-Montes aseguró que este año será decisivo para presentar al público su producción, en la que nuevamente habrá muchas sorpresas. "Debo decirles que estoy buscando buenos músicos para mi espectáculo", agregó.
-Destacó que tiene mucha confianza en que el 2003 será de grandes beneficios para ella, ya que regresará para mostrar al público nuevamente sus habilidades como bailarina, además de que en su espectáculo se dejarán sentir más ritmos caribeños.
-Tongolele expresó que le gustaría hablar más sobre este proyecto, "aunque creo que lo mejor es esperar y que el público reciba la sorpresa, porque éste es el espectáculo que esperaba llevar a Sudamérica".
-Montes mencionó que ha recibido propuestas para trabajar en otros proyectos, aunque dejó entrever que si le propusieran una revista musical en teatro aceptaría la oferta.
-La artista, que nació en 1932 en Estados Unidos, expresó que su espectáculo se pospuso en varias ocasiones durante 2002 por falta de espacios dónde presentarlo.
-Yolanda Ivonne Montes Farrington manifestó que le gustaría volver a la pantalla grande este mismo año en alguna producción mexicana.
FUENTE: Agencias.
