Presentó detalles de su plan de rescate a Petróleos Mexicanos. (ARCHIVO)
El presidente Andrés Manuel López Obrador cerró la semana con su habitual conferencia de prensa, desde Palacio Nacional, en la que presentó detalles de su plan de rescate a Petróleos Mexicanos (Pemex).
"No se contratará deuda nueva en Pemex, después de 10 años de venir haciéndolo, también se empezará a pagar la deuda existente", aseguró López Obrador.
Por su parte, el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, señaló que la inyección de capital a Petróleos Mexicanos hará que la empresa invierta 36 por ciento más que en 2018.
El gran desafío del gobierno será sacar adelante a Pemex para hacerla una empresa productiva que genere ganancias y utilidades, por lo que se le inyectarán recursos, se le quitará carga fiscal y sobre todo se limpiará de corrupción, "eso permitirá sacarla adelante, ese es el desafío que tenemos”, agregó el presidente.
En su conferencia matutina, el mandatario dijo: “Los tecnócratas que apostaron a la privatización, que son corresponsables de la quiebra, del fracaso de Pemex, están ahora en una postura, para decirlo suavemente, de escepticismo, que no se va a poder, que es mucha la deuda, que va a ser imposible rescatar a Pemex.
“Yo acepto el desafío vamos a sacar adelante a Pemex y va a ser una empresa productiva, una empresa que va a tener utilidades, ganancias”.
Indicó que por la corrupción Petróleos Mexicanos tiene problemas, sobre todo la caída de la producción. “¿Qué no decían los tecnócratas, alcahuetes de saqueadores, que iban a estar produciendo tres millones de barriles diarios después de aprobar la reforma energética? -preguntó. Sin embargo, dijo, se producen un millón 700 mil barriles diarios.
