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Contaminación del aire por amoníaco

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CAASTRO

De acuerdo con varias fuentes el aire "puro", sin considerar el vapor de agua, tiene una composición gaseosa en la que el nitrógeno ocupa el 78.09 porciento, el oxígeno 20.94 porciento, gases inertes como el argón, neón, helio, criptón y xenón 0.93 porciento, bióxido de carbono 0.03 porciento y una proporción bajísima de otros gases como el metano y el hidrógeno. Es muy evidente que en el aire puro que respiramos el elemento más abundante es el nitrógeno gaseoso que se encuentra en la atmósfera en una forma no reactiva químicamente. Por eso, la presencia de cualquier otra forma de nitrógeno en el aire es un contaminante. Tal es el caso del amoníaco que cobró notoriedad con el descubrimiento de 241 nuevas zonas altamente contaminadas por amoníaco.

El estudio recientemente publicado en una de las revistas con más prestigio científico en el mundo (Nature), fue llevado a cabo por investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS por sus siglas en francés) y de la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica. De acuerdo con estos investigadores la gravedad de la contaminación por amoníaco se debe a que se descompone en partículas de hidróxido de amonio afectando la calidad del aire y la salud humana así como la esperanza de vida de los afectados. Otros impactos ocasionados por el exceso de amoniaco en el medio ambiente, son la acidificación y eutrofización de los ecosistemas y el cambio climático.

El estudio que duró cerca de 10 años, utilizó tecnología de punta y con la ayuda de imágenes de satélite obtuvieron un mapa de las zonas más contaminadas con amoníaco del planeta, destacándose Torreón (entiéndase Comarca Lagunera) con el cuarto lugar de las 241 zonas. Es importante resaltar que de las 241 zonas afectadas por la contaminación, 83 son sitios con agricultura y ganadería intensiva y 158 con importante actividad industrial.

Aunque es necesario hacer un análisis exhaustivo de los detalles químicos y biológicos involucrados en la emisión de amoníaco a la atmósfera, se puede adelantar que las grandes cantidades de excreciones (heces y orina) provenientes de todo tipo de ganado, así como de la gran cantidad de compuestos nitrogenados aplicados como fertilizantes a los cultivos son seguramente la principal fuente de emisión de amoníaco al aire de la Comarca Lagunera, no obstante, no se puede soslayar la aportación que se hace desde la actividad industrial, en la cual se utiliza en grandes cantidades este compuesto.

Desde una perspectiva ecológica se puede afirmar que el ciclo del nitrógeno, uno de los procesos más importantes en los que se soporta la vida en la naturaleza, se encuentra gravemente intervenido, ocasionando su desequilibrio y por ende la acumulación de nitrógeno contaminante en aire y agua.

Otras formas de contaminación ocasionadas por nuestra intervención en el ciclo del nitrógeno se deben a la quema de cualquier combustible, en la cual se liberan a la atmósfera grandes cantidades de óxido nítrico, de igual manera se libera un terrible contaminante el óxido nitroso como consecuencia de la descomposición biológica de las heces del ganado y a la aplicación de fertilizantes inorgánicos comerciales sobre el suelo, de estos últimos se forman los iones de nitratos que pueden lixiviarse hacia el suelo y contaminar el agua potable. En la Comarca Lagunera hay una gran cantidad de sitios en los que el agua contiene un elevado contenido de nitratos, al grado de intoxicar ganado adulto.

Está claro que el "compartimiento" natural del nitrógeno es el aire y que su presencia en el suelo o agua se debe a mecanismos, también naturales, que permiten que tanto plantas como animales obtengan el nitrógeno que necesitan para crecer y reproducirse. Pero esta fijación de nitrógeno al suelo o al agua se realiza naturalmente con medida, ni falta ni sobre el elemento en los ecosistemas naturales.

Significa entonces que la aplicación al suelo de grandes cantidades de fertilizantes inorgánicos, la excesiva concentración de ganado y procesos industriales ineficientes que utilizan el amoníaco o lo obtienen como subproducto, ocasionarán inevitablemente contaminación del aire y del agua, situación que agrava particularmente, la degradación de la calidad del aire que respiramos y que desafortunadamente puede provocar problemas en la salud de la población y como se mencionó antes reducir la esperanza o expectativa de vida.

Las políticas de aire limpio en México no han dado los resultados esperados, y tenemos que esperar los resultados de gran visión de otros países para darnos cuenta que ahora también respiramos sales de amonio, por lo menos esto está ocurriendo aquí en la Comarca Lagunera.

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